Los países europeos una vez más examinan la cuestión de la energía nuclear tras el terremoto y la avería en la planta nuclear Fukushima Daiichi en Japón. Los más activos son los alemanes, quienes volvieron a expresar su indignación por la prolongación del plazo de trabajo de sus estaciones nucleares, aceptada por el gobierno.
Miles de personas participaron en las protestas. Los manifestantes formaron una cadena humana de 45 kilómetros –desde la planta atómica Neckarwestheim, que se considera la más vieja e insegura del país, hasta la ciudad de Stuttgart- y exigieron que Alemania lo más pronto posible se negara al uso de las centrales de ese tipo debido a su peligrosidad. Declararon, que varias centrales alemanas que se encuentran en funcionamiento no podrían soportar el impacto directo de un avión accidentado o de un terremoto.
Las discusiones sobre el tema no son algo nuevo y aparecieron mucho antes de los acontecimientos en Japón -los grupos medioambientales planeaban concentraciones desde hace cierto tiempo- pero la situación en el país asiático estimuló a que mucha gente, que de otro modo se habría quedado en casa, participara activamente.
Debido a las protestas la canciller de Alemania, Angela Merkel, llamó a los miembros de su gabinete a una reunión extraordinaria. El año pasado el gobierno tomó la decisión de prolongar el plazo de vida útil de las plantas nucleares en Alemania por 12 años; antes el país había decidido negarse a seguir dependiendo de la energía atómica para el 2022, sustituyéndola por el desarrollo de fuentes de energías renovables.
Pero, enfrentando la perspectiva de la falta de electricidad, el gobierno de Merkel trasladó esta fecha al año 2035, lo que provocó masivas protestas de la población. Según los sondeos, realizados en 2010, un 67% de los residentes del país se oponían a la prolongación del plazo de servicio de las plantas atómicas.
Mientras tanto el gobierno de Italia, el único país del G8, que por el momento no usa centrales atómicas, declaró que no va a cambiar sus planes. En el futuro Italia piensa producir un 25% de la electricidad en el país con el apoyo de la energía nuclear. “La posición sigue la misma, no podemos siempre cambiarla”, comentó Fabrizio Cicchitto, líder del partido del primer ministro Silvio Berlusconi, el PDL. "Tenemos problemas de energía desde hace ya mucho tiempo".
Al mismo tiempo Italia es uno de los países más vulnerables de Europa respecto a los terremotos; y precisamente fue un seísmo lo que provocó la situación actual en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi.
Y en Reino Unido aumentan las preocupaciones del gobierno y del sector energético privado de que tras la avería japonesa pueda complicarse el plan de construcción de las 10 nuevas centrales atómicas en el país, que debían reemplazar las plantas que ya están cerca de su edad máxima.
Estos temores están justificados cuando se recuerda el hecho de que solo hace una semana la Armada del país admitió que los reactores nucleares en sus submarinos están en condiciones “significativamente peores que los estandartes adecuados”.
El jefe de la Campaña Internacional Nuclear de Greenpeace, Jan Beranek, ya llamó a que el proyecto de construcción de las plantas fuera cancelado: “Los gobiernos deben invertir recursos en energías renovables, que no solo cuidan el medioambiente, sino que son asequibles y confiables”.
Las discusiones sobre el tema no son algo nuevo y aparecieron mucho antes de los acontecimientos en Japón -los grupos medioambientales planeaban concentraciones desde hace cierto tiempo- pero la situación en el país asiático estimuló a que mucha gente, que de otro modo se habría quedado en casa, participara activamente.
Debido a las protestas la canciller de Alemania, Angela Merkel, llamó a los miembros de su gabinete a una reunión extraordinaria. El año pasado el gobierno tomó la decisión de prolongar el plazo de vida útil de las plantas nucleares en Alemania por 12 años; antes el país había decidido negarse a seguir dependiendo de la energía atómica para el 2022, sustituyéndola por el desarrollo de fuentes de energías renovables.
Pero, enfrentando la perspectiva de la falta de electricidad, el gobierno de Merkel trasladó esta fecha al año 2035, lo que provocó masivas protestas de la población. Según los sondeos, realizados en 2010, un 67% de los residentes del país se oponían a la prolongación del plazo de servicio de las plantas atómicas.
Mientras tanto el gobierno de Italia, el único país del G8, que por el momento no usa centrales atómicas, declaró que no va a cambiar sus planes. En el futuro Italia piensa producir un 25% de la electricidad en el país con el apoyo de la energía nuclear. “La posición sigue la misma, no podemos siempre cambiarla”, comentó Fabrizio Cicchitto, líder del partido del primer ministro Silvio Berlusconi, el PDL. "Tenemos problemas de energía desde hace ya mucho tiempo".
Al mismo tiempo Italia es uno de los países más vulnerables de Europa respecto a los terremotos; y precisamente fue un seísmo lo que provocó la situación actual en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi.
Y en Reino Unido aumentan las preocupaciones del gobierno y del sector energético privado de que tras la avería japonesa pueda complicarse el plan de construcción de las 10 nuevas centrales atómicas en el país, que debían reemplazar las plantas que ya están cerca de su edad máxima.
Estos temores están justificados cuando se recuerda el hecho de que solo hace una semana la Armada del país admitió que los reactores nucleares en sus submarinos están en condiciones “significativamente peores que los estandartes adecuados”.
El jefe de la Campaña Internacional Nuclear de Greenpeace, Jan Beranek, ya llamó a que el proyecto de construcción de las plantas fuera cancelado: “Los gobiernos deben invertir recursos en energías renovables, que no solo cuidan el medioambiente, sino que son asequibles y confiables”.
Fuente: RT
Multitudinaria cadena humana contra la energía nuclear...
II - TERREMOTO HACE SONAR LA ALARMA ANTE ENERGÍA NUCLEAR
Las tensiones por un estallido en la central nuclear japonesa de Fukushima, unos 240 kilómetros al norte de Tokio, se aliviaron este sábado luego de que el gobierno informó que se había sobreestimado el peligro, pero activistas y expertos advierten sobre la necesidad de mayores controles.
Los expertos en temas nucleares continuaron expresando su preocupación. "Hay muchas áreas que siguen sin estar claras en la explicación del gobierno", dijo a IPS el profesor Hiroaki Koiwa, del Instituto de Reactores de Investigación en la Universidad de Kyoto.
Las imágenes transmitidas este sábado por la televisión mostraron a la planta número uno de Fukushima con severos daños en techo y paredes y emitiendo humo blanco. El edificio es parte de cuatro reactores que representan 18 por ciento de la capacidad nuclear de Japón.
El terremoto del viernes, de 8,8 grados en la escala de Richter, forzó la clausura automática de la planta atómica, lo que hizo que se incrementara el hidrógeno radiactivo dentro del edificio de la turbina.
La Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (Tepco), que opera la planta nuclear, tuvo que liberar presión del hidrógeno en vista de informes sobre una posible fusión accidental del núcleo del reactor. Los medios de comunicación japoneses citaron a expertos según los cuales, de producirse esa fusión, se habría producido una contaminación radiactiva generalizada. Como precaución, se advirtió a la población del área que utilizara máscaras.
Pero Tepco y la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón informaron que las estimaciones previas, que hablaban de una radiactividad 1.000 veces superior al nivel normal, habían sido exageradas.
El jefe del gabinete Yukio Edano dijo a la prensa que Tepco había logrado liberar presión que se había intensificado en la estructura de concreto, normalmente de alrededor de 1,2 metros de grosor.
Los investigadores cuestionan la legitimidad de las últimas cifras sobre filtraciones de radiactividad declaradas por Tepco, destacando que la dirección del viento juega un rol clave.
Hideki Ban, activista contra la energía nuclear y director del Centro Ciudadano de Información Nuclear, dijo este sábado en una conferencia de prensa que el enorme daño causado a la central nuclear de Fukushima pone de relieve la necesidad de continuar controlando cuidadosamente las filtraciones radiactivas, pese a los intentos del gobierno y de Tepco de aplacar las tensiones.
"La explosión en la planta de Fukushima simboliza la terrible amenaza a la seguridad humana existente en Japón, que es altamente vulnerable a los terremotos. Ésta es otra oportunidad de frenar esta peligrosa escalada de la energía nuclear", dijo a los medios.
Como algunos informes de prensa insinuaron que las filtraciones llegarían incluso a Tokio, el público realizó compras considerables de alimentos básicos, lo que hizo que en muchos supermercados las góndolas quedaran vacías.
Ban sostiene que la presión del hidrógeno está aumentando en el reactor y que la clave para contener una filtración radiactiva importante ahora está en manos de Tepco, que debe trabajar duramente para liberar la presión.
Los activistas contra la energía nuclear también enfatizan que la planta de Fukushima se construyó en los años 70 y no contempla los modernos estándares de seguridad de la actualidad.
Un tercio de la energía de Japón es nuclear. Los reactores atómicos clave se ubican en áreas sísmicas. Los accidentes han plagado las plantas en la última década, lo que causó la muerte de trabajadores y varias evacuaciones.
Las imágenes transmitidas este sábado por la televisión mostraron a la planta número uno de Fukushima con severos daños en techo y paredes y emitiendo humo blanco. El edificio es parte de cuatro reactores que representan 18 por ciento de la capacidad nuclear de Japón.
El terremoto del viernes, de 8,8 grados en la escala de Richter, forzó la clausura automática de la planta atómica, lo que hizo que se incrementara el hidrógeno radiactivo dentro del edificio de la turbina.
La Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (Tepco), que opera la planta nuclear, tuvo que liberar presión del hidrógeno en vista de informes sobre una posible fusión accidental del núcleo del reactor. Los medios de comunicación japoneses citaron a expertos según los cuales, de producirse esa fusión, se habría producido una contaminación radiactiva generalizada. Como precaución, se advirtió a la población del área que utilizara máscaras.
Pero Tepco y la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón informaron que las estimaciones previas, que hablaban de una radiactividad 1.000 veces superior al nivel normal, habían sido exageradas.
El jefe del gabinete Yukio Edano dijo a la prensa que Tepco había logrado liberar presión que se había intensificado en la estructura de concreto, normalmente de alrededor de 1,2 metros de grosor.
Los investigadores cuestionan la legitimidad de las últimas cifras sobre filtraciones de radiactividad declaradas por Tepco, destacando que la dirección del viento juega un rol clave.
Hideki Ban, activista contra la energía nuclear y director del Centro Ciudadano de Información Nuclear, dijo este sábado en una conferencia de prensa que el enorme daño causado a la central nuclear de Fukushima pone de relieve la necesidad de continuar controlando cuidadosamente las filtraciones radiactivas, pese a los intentos del gobierno y de Tepco de aplacar las tensiones.
"La explosión en la planta de Fukushima simboliza la terrible amenaza a la seguridad humana existente en Japón, que es altamente vulnerable a los terremotos. Ésta es otra oportunidad de frenar esta peligrosa escalada de la energía nuclear", dijo a los medios.
Como algunos informes de prensa insinuaron que las filtraciones llegarían incluso a Tokio, el público realizó compras considerables de alimentos básicos, lo que hizo que en muchos supermercados las góndolas quedaran vacías.
Ban sostiene que la presión del hidrógeno está aumentando en el reactor y que la clave para contener una filtración radiactiva importante ahora está en manos de Tepco, que debe trabajar duramente para liberar la presión.
Los activistas contra la energía nuclear también enfatizan que la planta de Fukushima se construyó en los años 70 y no contempla los modernos estándares de seguridad de la actualidad.
Un tercio de la energía de Japón es nuclear. Los reactores atómicos clave se ubican en áreas sísmicas. Los accidentes han plagado las plantas en la última década, lo que causó la muerte de trabajadores y varias evacuaciones.
Fuente: IPSNOTICIAS
III - JAPÓN REAVIVA EL MIEDO A LA ENERGÍA NUCLEAR
El riesgo de fusión nuclear en Japón trae de nuevo al primer plano el quid de la cuestión nuclear: ¿es segura este tipo de energía?
Foto Reuters: analizan si los pobladores tienen signos de radiactividad |
El término "fusión nuclear" es asociado por la opinión pública a dos de los mayores accidentes de la historia reciente: el de la Isla de las Tres Millas, en EE.UU. en 1979, y el de Chernobyl, en Ucrania, siete años más tarde.
Los reactores nucleares cuentan con varios sistemas de seguridad, de modo que si uno falla otro debería contener el problema. Sin embargo, en la planta de Fukushima Daiichi afectada por el terremoto, estamos comprobando que eso no es siempre así.
El sismo causó que los tres reactores en funcionamiento se detuvieran. Pero también apagó el sistema de refrigeración, que envía líquido congelante alrededor del núcleo y que es vital para que éste no se sobrecaliente.
Para estas situaciones la planta cuenta con generadores movidos con diésel, pero al cabo de una hora dejaron de funcionar por razones que aún se desconocen.
A las pocas horas se produjo una fuerte explosión en el lugar que destruyó los muros y el techo del edificio. El gobierno asegura que una protección de acero evitó que el reactor nuclear se viera afectado.
DEBATE
El debate sobre la seguridad de este tipo de energía es uno de los más enconados.
Este mismo sábado, en Alemania, decenas de miles de personas protestaron contra los planes del gobierno de extender el uso de los reactores nucleares.
La marcha estaba planeada desde antes de que estallara la actual crisis nuclear en Japón y en ella los manifestantes formaron una cadena humana de 45 kilómetros.
Los organizadores esgrimieron el suceso de Japón como prueba de que la energía atómica es una tecnología peligrosa e incontrolable.
Uno de los mayores miedos del movimiento antienergía nuclear, como se puede ver en la película de 1979 El Síndrom de China, es que fallen los sistemas de seguridad y que los materiales toxicos y altamente radioactivos del núcleo se fundan y penetren bajo tierra, con unos efectos medioambientales devastadores a largo plazo.
Sin embargo, los defensores de este tipo de energía reponen que la fusión parcial de la Isla de las Tres Millas no tuvo consecuencias de gravedad.
Y en el caso de Chernobyl -un reactor cuyo diseño era considerado en Occidente como inseguro, y que no hubiera pasado los controles de ningún país no soviético- el impacto medioambiental se produjo mediante una contaminación del aire por los materiales radioactivos, y no por una fusión del núcleo.
PREGUNTA
El especialista de la BBC en asuntos de medio ambiente Richard Black explica que para mantener la perspectiva, hay que considerar que ningún accidente nuclear ha causado un número de víctimas que se acerque a las 1.000 como las potenciales del terremoto y tsunami del viernes.
Black señala que aunque pronto contaremos con más información sobre las causas del accidente nuclear en Japón, podrían pasar meses, o incluso años, hasta que se conozca todo lo concerniente a este episodio.
Al igual que pasa con la industria nuclear de muchos otros países, la japonesa no es precisamente un modelo de transparencia.
Además, el operador de la planta, Tokyo Electric Power (Tepco) se vio implicado en una serie de escándalos por encubrimiento de información en los últimos años.
A largo plazo, Fukushima Daiichi plantea otras preguntas de mucha importancia, tanto para Japón como para el resto del mundo, según el especialista de la BBC.
1. Dado que esta no es la primera vez que una planta nuclear japonesa se ve afectada por un terremoto, ¿es inteligente construir estas plantas en la costa este delpaís, una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo?
2. Y teniendo en cuenta que el accidente en la Isla de las Tres Millas supuso que durante 30 años se dejaran de construir centrales nucleares para uso civil en EE.UU., ¿qué consecuencias tendrá Fukushima Daiichi en un momento en que muchos países occidentales se replantean impulsar la industria nuclear?
Los reactores nucleares cuentan con varios sistemas de seguridad, de modo que si uno falla otro debería contener el problema. Sin embargo, en la planta de Fukushima Daiichi afectada por el terremoto, estamos comprobando que eso no es siempre así.
El sismo causó que los tres reactores en funcionamiento se detuvieran. Pero también apagó el sistema de refrigeración, que envía líquido congelante alrededor del núcleo y que es vital para que éste no se sobrecaliente.
Para estas situaciones la planta cuenta con generadores movidos con diésel, pero al cabo de una hora dejaron de funcionar por razones que aún se desconocen.
A las pocas horas se produjo una fuerte explosión en el lugar que destruyó los muros y el techo del edificio. El gobierno asegura que una protección de acero evitó que el reactor nuclear se viera afectado.
DEBATE
El debate sobre la seguridad de este tipo de energía es uno de los más enconados.
Este mismo sábado, en Alemania, decenas de miles de personas protestaron contra los planes del gobierno de extender el uso de los reactores nucleares.
La marcha estaba planeada desde antes de que estallara la actual crisis nuclear en Japón y en ella los manifestantes formaron una cadena humana de 45 kilómetros.
Los organizadores esgrimieron el suceso de Japón como prueba de que la energía atómica es una tecnología peligrosa e incontrolable.
Uno de los mayores miedos del movimiento antienergía nuclear, como se puede ver en la película de 1979 El Síndrom de China, es que fallen los sistemas de seguridad y que los materiales toxicos y altamente radioactivos del núcleo se fundan y penetren bajo tierra, con unos efectos medioambientales devastadores a largo plazo.
Sin embargo, los defensores de este tipo de energía reponen que la fusión parcial de la Isla de las Tres Millas no tuvo consecuencias de gravedad.
Y en el caso de Chernobyl -un reactor cuyo diseño era considerado en Occidente como inseguro, y que no hubiera pasado los controles de ningún país no soviético- el impacto medioambiental se produjo mediante una contaminación del aire por los materiales radioactivos, y no por una fusión del núcleo.
PREGUNTA
El especialista de la BBC en asuntos de medio ambiente Richard Black explica que para mantener la perspectiva, hay que considerar que ningún accidente nuclear ha causado un número de víctimas que se acerque a las 1.000 como las potenciales del terremoto y tsunami del viernes.
Black señala que aunque pronto contaremos con más información sobre las causas del accidente nuclear en Japón, podrían pasar meses, o incluso años, hasta que se conozca todo lo concerniente a este episodio.
Al igual que pasa con la industria nuclear de muchos otros países, la japonesa no es precisamente un modelo de transparencia.
Además, el operador de la planta, Tokyo Electric Power (Tepco) se vio implicado en una serie de escándalos por encubrimiento de información en los últimos años.
A largo plazo, Fukushima Daiichi plantea otras preguntas de mucha importancia, tanto para Japón como para el resto del mundo, según el especialista de la BBC.
1. Dado que esta no es la primera vez que una planta nuclear japonesa se ve afectada por un terremoto, ¿es inteligente construir estas plantas en la costa este delpaís, una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo?
2. Y teniendo en cuenta que el accidente en la Isla de las Tres Millas supuso que durante 30 años se dejaran de construir centrales nucleares para uso civil en EE.UU., ¿qué consecuencias tendrá Fukushima Daiichi en un momento en que muchos países occidentales se replantean impulsar la industria nuclear?
Fuente: BBC
Japón: Impactante explosión en planta nuclear de Fukushima.
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