Seguidores

Agrégame como amigo

NUEVA PÁGINA


sábado, 25 de septiembre de 2010

Qué tan limpias son las "energías limpias"?

La granja de producción de energía eólica más grande del mundo, Thanet, acaba de inaugurarse a poco más de once kilómetros de las costas de Kent, en Reino Unido.
A pleno rendimiento podría suministrar la mitad de la energía necesaria en la región de Kent, donde se sitúa el parque.
Cubre un área de aproximadamente 35 kilómetros cuadrados, cuenta con 100 aerogeneradores y sus 300 megavatios (MW)de capacidad generarán energía para suministrar a 200.000 hogares de electricidad limpia cuando el viento sople a toda vela y los motores funcionen a pleno rendimiento.

Pero, señalan los expertos, todo tipo de energías, incluso las renovables, tienen un costo para el medioambiente. Es decir, en menor o mayor medida, todas contaminan.

Ese costo puede dividirse en dos partes fundamentales que varían en función de cada tipo de tecnología, sea esta eólica, solar o marina. Por una parte están las emisiones de carbono que producen el material y los componentes al construirse sus instalaciones. De otra parte está su impacto en el medio ambiente y en los ecosistemas dónde se sitúan.

"Por el momento no existe ninguna tecnología que no contamine nada, en todos los casos se necesita material que produce emisiones de carbono, así que siempre va a haber un costo medioambiental", explica a BBC Mundo Jeff Hardy, director de transferencia de conocimiento del Centro de Investigación en Energía en el Reino Unido (UK Energy Research Centre, UKERC).

Un reciente estudio de la Universidad de La Rioja, en España, realizó un análisis del impacto de un tipo de aerogenerador, el Gamesa G8X de 2 megavatios, uno de los más utilizados en los muchos parques eólicos que existen en España en tierra firme.

Y descubrió que el tiempo que le lleva a amortizar el costo medioambiental se produce exactamente a los 153 días, es decir, unos meses después de comenzar una vida útil que normalmente se extiende durante 20 años.
CICLO DE VIDA

"Estudiamos básicamente todas las fases de ciclo de vida, desde que se extrae el material de la torre, se construye, se instala, a lo largo de su funcionamiento y hasta que pasados 20 años vas a desmantelar esa torre y a reciclar el acero u otros materiales que no son reciclables", explica a BBC Mundo Eduardo Martínez Cámara, autor del estudio de La Rioja y responsable de Investigación y Desarrollo en el Grupo Eólicas Riojanas.

En realidad al final de su vida útil, un aerogenerador de este tipo habrá producido 47,14 veces la energía necesaria para fabricarlo.

No está mal si se compara con los paneles solares que producen unas 16 veces la energía que requirió montarlos en lugares muy soleados como Sevilla, en el sur de España, o 12 veces si se encuentran situados en los tejados más acostumbrados al gris de Edimburgo, en Escocia, según las cifras de un informe de la Agencia Internacional de Energía y la Plataforma de Tecnología Fotovoltáica Europea.

En el caso de los aerogeneradores que se sitúan en parques marítimos el costo medioambiental sería mayor, ya que son de mayor tamaño -115 metros los de Thanet- y esto conlleva una mayor dificultad de asamblaje, transporte e instalación. En el mar se utiliza, además, una cimentación más firme y los materiales están cubiertos de más sustancias químicas para evitar la corrosión del mar.

Pero aún con todo la energía marina sería más rentable desde el punto de vista ecológico que la solar. Esta aparece como una de las energías renovables menos limpias "seguramente por los materiales que utilizan, se usan metales muy caros y raros, como el telurio u otros materiales exóticos y hay que buscar mucho en la minas para encontrarlos. También se utilizan muchos más químicos y hay más riesgo medioambiental", explica Hardy.

IMPACTO MENOR

Un aerogenerador tarda varios
meses en producir la energía
que costó fabricarlo.
Pero en cualquier caso hay que poner las cosas en perspectivas. Los aerogeneradores también tienen su impacto ambiental, pero éste puede llegar a ser un 89% o 99% menor, dependiendo de los casos, que el derivado de producir la misma energía a través de centrales de generación eléctricas convencionales.

"Su impacto es mucho menor del que puede tener cualquier otra tecnología, tanto de las renovables como las centrales convencionales eléctricas de generación porque durante su vida útil los aerogeneradores no consumen ningún combustible y por lo tanto se reducen bastante las emisiones", explica Martínez Cámara.

"Una vez que el aparato está en funcionamiento sólo habría costos ecológicos si se reemplazan algunas de las palas", añade.

ECOSISTEMA

Por otro lado está el impacto en los ecosistemas.

¿De qué depende? Pues como siempre suele ocurrir en estos casos no hay una respuesta única. Cada parque eólico marino tendrá un efecto en función de sus características y su situación.

Por eso cada empresa está obligada por legislación a realizar una evaluación del impacto medioambiental que tendrán sus instalaciones.

Sin embargo aunque existen casos prácticos y las primeras granjas eólicas instaladas en países como Alemania, Dinamarca y el Reino Unido cuentan con más de diez años de antiguedad, la investigaciones científicas realizadas hasta la fecha no se han enfocado en conocer el verdadero impacto en los ecosistemas, si los cambia o los transforma, para bien o para mal, y el impacto socioeconómico para la región en la que se sitúan.

"La industria eólica marina está realizando progresos para entender el impacto de los desarrollos en la biodiversidad marina. Sin embargo hay una necesidad cada vez más urgente de entender mejor los costos socio económicos y los beneficios para otros usuarios del mar, como los pescadores, que puedan resultar del desarrollo de granjas productoras de energía, algo en lo que nosotros estamos trabajando", explica a BBC Mundo Anne Linley, del Laboratorio Marino de Plymouth, en Reino Unido.

Fuente: BBC Mundo



para tener en cuenta....


EN CIFRAS
  • En Reino Unido las centrales eléctricas son el mayor responsable de las emisiones de carbono y producen 170 millones de toneladas de CO2 cada año.
  • Un sólo aerogenerador moderno podría ahorrar unas 4.000 toneladas de CO2 según cifras de la Asociación Británica de Energía Eólica.
  • Se estima que el parque eólico de tamaño medio habrá pagado el peaje de su costo medioambiental entre 3 y 5 meses después de su entrada en funcionamiento.
  • Existen 250 granjas eólicas en Reino Unido.
  • 13 de ellos son parques marítimos.
  • En total operan 2009 aerogeneradores con 1341 megavatios de capacidad instalada.


DESVENTAJAS DE LAS RENOVABLES
  • Su naturaleza intermitente supone el mayor problema: no siempre hay viento, sol o se forman olas.
  • Por el momento no se puede almacenar la energía que producen en horas punta de viento o de gran actividad hidraúlica o solar.
  • Problemas de conversión del tipo de electricidad generada a la toma corriente.
  • Alto precio debido a que se encuentra en proceso de desarrollo y todavía no se han comercializado a gran escala.
  • Algunos dicen que las instalaciones no son estéticamente bonitas.

ORIGEN ABIÓTICO DEL PETRÓLEO

  • Algunos críticos con la teoría más extendida en Occidente –y prácticamente la única conocida por la ciudadanía-, aseguran que el origen fósil de los hidrocarburos nunca ha sido probado.
  • Los depósitos de crudo y gas reciben aportaciones procedentes del manto, desde las profundidades de la Tierra, propuesta por científicos rusos y ucranios.
  • Se ha comprobado que el etano e hidrocarburos más pesados pueden ser sintetizados a las altas presiones y temperaturas de la capa superior del manto, sin que por ello intervenga la materia orgánica procedente de plantas y animales muertos.

“Lo que nos han enseñado en la escuela acerca del petróleo originado a partir de fósiles, es falso”
C. WARREN HUNT Geólogo, Calgary

“El hecho capital a tener en cuenta es que el petróleo nació en las profundidades de la Tierra, y es sólo ahí donde hay que buscar su origen”
DIMITRI MENDELEYEV, 1877

“La sugerencia de que el petróleo pudiera haber surgido de algún tipo de transformación de pescado aplastado o detritus biológico es sin duda la noción más estúpida que ha tenido entretenida a un importante número de personas durante un prolongado período de tiempo”
FRED HOYLE, 1982

ARGUMENTOS DE LA TEORÍA ABIÓTICA DEL ORIGEN DEL PETRÓLEO

ARGUMENTOS GEOLÓGICOS
“Todos los pozos o depósitos de petróleo, gas natural, y bituminosos no pueden ser considerados sino producto de emanaciones volcánicas solfatáricas condensadas y retenidas en su paso ascendente en los depósitos porosos de todas las edades de la corteza de la tierra; desde las rocas Arquaeanas hasta las del Cuaternario.

Nada es tan simple y, por tanto, nada tan natural como este origen, y veremos cómo puede ser sobradamente demostrado”
EUGENE COSTE, 1903, pionero de la industria del gas natural en Alberta.

“Hay un importante número de datos geológicos que no encuentran una explicación satisfactoria en la hipótesis establecida del origen biótico del petróleo y que sólo pueden explicarse según la teoría del origen abiótico abisal del petróleo” –puede leerse en la sección europea de la web de la Asociación Americana de Geólogos del Petróleo, en un artículo titulado: “Theory of Abyssal Abiotic Petroleum Origin: Challenge for Petroleum Industry” (“Teoría del origen abisal abiótico del petróleo: un reto para la industria petrolera”).

Entre los argumentos geológicos destacan:

Los depósitos de PETRÓLEO ABISAL (ultra-deep petroleum deposits).
Hay más de 1000 campos petrolíferos comerciales extrayendo petróleo o gas natural de roca sedimentaria a profundidades de 4.500 – 10.428 metros. 5,5 kilómetros es el límite a partir del cual no se encuentra más materia orgánica. Los logros más significantes en la exploración de petróleo ultra-profundo se han realizado en la zona de aguas abisales estadounidenses del Golfo de Méjico, donde se han encontrado 20 pozos de gas y petróleo ultra-profundo (Blackbeard, Caesar, Cascade, Chinook, Das Bamp, Genghis Khan, Jack, K-2 North, Llano, Mensa Deep, Notty Head, Ozona Deep, Pathfinder, Pony, S.Malo, Shenzi, Stones, Tahiti, Thunder Horse North, Thunder Horse South).

Los DEPÓSITOS GIGANTES Y SUPER-GIGANTES de petróleo. Uno de los problemas principales de la hipótesis tradicional del origen biológico del petróleo es la determinación de las fuentes bióticas de la mayoría de los pozos gigantes y super-gigantes de petróleo y gas natural. ¿Cuál pudo ser la fuente suficiente de restos orgánicos que, según la teoría del origen fósil de los hidrocarburos, originó el petróleo de los yacimientos de esta categoría?

Algunos POZOS VACÍOS, volvieron a llenarse. “El fenómeno de las reservas de petróleo que parecen estarse llenando otra vez es algo ampliamente informado, de manera notable en el Medio Oriente a lo largo de la Costa del Golfo de los Estados Unidos. Veo esto como una fuerte evidencia que apoya a la teoría del gas proveniente de las profundidades de la Tierra”, afirmó Thomas Gold. Se están explotando pozos localizados a partir de la exploración y desarrollo basados en la teoría del origen no orgánico.

Actualmente hay más de 80 pozos de petróleo y gas en la región del mar Caspio desarrollados aplicando la perspectiva de la moderna teoría que están produciendo petróleo desde roca basáltica.

La extracción de hidrocarburos de pozos situados en ROCA BASAL es una realidad inexplicable para la teoría del origen abiótico. En Siberia occidental 80 de 90 yacimientos están produciendo parcial o totalmente desde basamento cristalino y no sedimentario. “En Vietnam, en lo que se llama el Campo del Tigre Blanco, se han perforado 20 pozos a través de roca basal.

Vietnam está produciendo más de 6.000 barriles diarios de crudo por pozo en una zona donde la teoría biogénica de los “combustibles fósiles” sostiene que no existen hidrocarburos”, afirma PAUL SHERIDAN (ingeniero diplomado en matemáticas y física; trabajó 5 años para Ford y 11 para Chrysler)

EVIDENCIAS GEOQUÍMICAS

Según expertos en la materia, la composición química de los hidrocarburos es contradictoria con un origen orgánico. Por ejemplo, el elevado contenido en helio no existe en los restos biológicos.

“Impregnando todo descubrimiento de petróleo a lo largo de la historia del mundo, está la presencia de emanaciones de helio. De hecho, es tan abundante en los campos petrolíferos, que las compañías petroleras usan detectores de helio como una de sus herramientas de exploración [...] El helio es inerte; no reacciona con nada.

No es uno de los miembros de la “docena primigenia”. La vida vegetal no usa al helio para nada, y no es derivado de la vida. Sin embargo, es un producto fundamental de la nucleosíntesis estelar.

También es un reconocido subproducto del decaimiento radioactivo del uranio y del torio. Se sabe que ambos radionucleidos existen a gran profundidad, a unos 320 km de profundidad.

Curiosamente, el helio no se encuentra en cantidades significantes en áreas que no producen petróleo o metano”.

El petróleo puede ser producido de manera abiótica en laboratorio. Con lo cual se entiende demostrada la teoría abiogénica que ha sido también verificada con modelos matemáticos indiscutibles –según afirman.

“Los patrones geográficos que emergen de los campos petrolíferos, ya sea en el Medio Oriente o en Indonesia, todos muestran correspondencia con estructuras geológicas de gran profundidad. Esto contrasta notablemente con la distribución al azar de tales patrones de distribución geográfica.

Los hidrocarburos de un campo petrolífero cualquiera no muestran cambios químicos a medida que la profundidad de extracción aumenta. Sin embargo, los fósiles por encima de él tienen una “firma” geológica que cambia constantemente y que se relaciona con sus particulares períodos paleontológicos” –afirma PAUL SHERIDAN.

ARGUMENTOS ASTRONÓMICOS

THOMAS GOLD (1920-2004), a quien hemos mencionado anteriormente, (astrofísico, profesor de Astronomía de la Universidad de Cornwell, Medalla de oro de la Real Sociedad Astronómica de Londres, miembro de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos, trabajó en el Observatorio de Greenwich y en la Universidad Harvard) , recuperó la teoría abiótica en Occidente.

Publicó su trabajo “The Deep Hot Biosphere” (“La profunda biosfera caliente”) en 1999. Fue acusado de plagio por científicos rusos.

Los descubrimientos hechos por la NASA en el sistema solar vienen a evidenciar la existencia de hidrocarburos en otros planetas y satélites.

Así lo señalaban los titulares de prensa de 2005: “La teoría del combustible fósil golpeada por los descubrimientos de la NASA”.

Y decía la noticia:

“Hemos determinado que el metano de Titán [satélite de Saturno] no es de origen biológico,” dice Hasso Niemann del Goddard Space Flight Center, uno de los principales investigadores responsables del Cromatógrafo de Gases y Espectómetro de Masas a bordo de la sonda Cassini-Huygens que aterrizó en Titán el 14 de Enero.


Niemann concluye que el metano “debe de formarse por procesos geológicos en Titán, quizás filtrándose desde una fuente en el interior que podría haber quedado atrapada durante la formación de la luna.

JEROME CORSI, co-autor junto a CRAIG SMITH de: “Black Gold Stranglehold: The Myth of Scarcity and the Politics of Oil” (“Dominio absoluto del Oro Negro: El mito de la escasez y la política del petróleo”) afirmó entonces: “Este descubrimiento confirma una de las claves argumentales de nuestro libro”.

El trabajo de la sonda “Huygens” demostró que el metano puede formarse abióticamente. Esta luna tiene lagos de metano, de sus nubes llueve metano continuamente.

Lo cual entra en contradicción con las críticas recibidas por la teoría que Gold defiende: “Los hidrocarbonos se producen de manera inorgánica a lo largo y ancho del sistema solar”.

DANILO ANTÓN Doctor en Geografía por la Universidad “Louis Pasteur” de Estrasburgo. Fue director del Centro de Investigaciones Geográficas de la Universidad de Guerrero (Méjico) y profesor de la Escuela de Ecología Marina de la Universidad de Petróleo y Minerales en Dhahran (Arabia Saudita), afirma en la misma línea de Gold:

“A la luz de los nuevos datos de la astronomía planetaria, provenientes de las sondas que visitaron gran parte del Sistema Solar, y de la experiencia de la explotación de numerosos yacimientos petroleros y gasíferos, parece cada vez menos probable que la teoría del origen “fósil” del petróleo y el gas refleje la realidad geológica y astronómica”.

CONCLUSIÓN

“Los paradigmas en la ciencia cambian lentamente y con gran resistencia”
JEROME CORSI

Como afirma Danilo Antón:

“En base a los autores rusos y ucranianos mencionados y a los trabajos de Thomas Gold, se puede sostener que NO hay suficientes elementos científicos como para seguir afirmando a rajatablas que el petróleo y el gas son de origen fósil”.

“No creo que deba aceptarse esta teoría del origen mineral a pie juntillas pero creo que introduce suficientes elementos de incertidumbre como para que se la considere seriamente en el momento de discutir y decidir las políticas energéticas del país”.”



Fuente: El Proyecto Matrix

NUEVA BATERÍA ORGÁNICA

Ilustración de un conjunto ensamblado de moléculas diferentes. Estas moléculas se concentran, con el intercambio de electrones se desmontan porque los iones de cloruro, que se representan como esferas verdes, están presentes. Si estos se eliminan los iones cloruro, todo el proceso puede ser revertido.
Ilustración: Jung Do Parque


El mundo funciona a baterías. Miles de millones de cacharros hacen su magia todos los días gracias a ellas. Sin embargo, descartarlas cuando ha finalizado su vida útil tiene un enorme impacto medioambiental. En su fabricación se utilizan metales pesados tóxicos, que tarde o temprano terminan en algún basurero. 


Christopher Bielawski y Jonathan Sessler, de la Universidad de Texas, han puesto a punto un modelo de batería orgánica que podría terminar con este problema.

La lista de todos los artefactos que tienes en tu casa que obtienen su energía de pilas o baterías difícilmente contenga menos de 10 o 12 items. Teléfonos (móviles e inalámbricos), calculadoras, ordenadores (incluso los de sobremesa), relojes, cámaras fotográficas, reproductores de medios, GPSs y casi cualquier gadget imaginable contiene en su interior una fuente de energía. 

Esto nos permite utilizarlos en cualquier parte, sin necesidad de un cordón umbilical que los provea de la electricidad de la red domiciliaria. Sin embargo, las mismas baterías que hacen posible su existencia se convierten en una amenaza para el medio ambiente cuando las desechamos.

No todo el mundo se encarga de alcanzar las baterías agotadas a un centro de reciclado. De hecho, muchas ciudades ni siquiera poseen un centro de este tipo. Arrojadas a la basura, contaminan el suelo y el agua con los metales pesados que se han utilizado para construirlas.

Los científicos buscan desde hace años algún material orgánico que pueda reemplazar a estos metales y que, al descomponerse, no sean contaminantes. 

Uno de los trabajos más prometedores se ha desarrollado en la Universidad de Texas, en Austin (EEUU). 

Los expertos en química Christopher Bielawski y Jonathan Sessler han llevado adelante una investigación, publicada en el último número de la revista Science, que permitiría construir baterías utilizando materiales 100% orgánicos. 

El secreto de estas nuevas baterías son dos moléculas que pueden juntarse e intercambiar electrones, pero sin convertirse en un nuevo compuesto. En general, cuando dos moléculas se encuentran, intercambian electrones y se “unen” formando una nueva molécula. 

En otros casos, el proceso de transferencia de electrones crea una molécula con una carga positiva y otra molécula con una carga negativa. Como las moléculas con cargas opuestas se atraen, también terminan juntas formando algo nuevo. 

El desarrollo de las nuevas baterías orgánicas, más livianas y sin metales pesados, funcionarían gracias a esta nueva manera de transferir electrones entre dos moléculas. Según sus creadores, este sistema también representa un gran paso hacia la creación de la “fotosíntesis artificial”, un sistema en que el combustible se podría generar directamente del Sol, de la misma forma que lo hacen las plantas verdes. 




También serían útiles para crear dispositivoa de fotosíntesis artificial.


“Estas moléculas poseen una especie de resorte capaz de separarlas una vez que han interactuado entre sí”, explica Bielawski. 

“Después de que la transferencia de electrones ha tenido lugar, se producen dos moléculas de carga positiva, que se repelen como dos imanes que enfrentan el mismo polo. 

 También implementamos una especie de interruptor químico capaz de permitir que el proceso de transferencia de electrones en la dirección opuesta”, continúa. 

Sessler, coautor del artículo, añade: “es la primera vez que se ha logrado el intercambio en dos direcciones de un flujo de electrones a escala molecular.” Estas moléculas son la clave para construir una batería orgánica eficiente y liviana. 

 Bielawski sueña con un “un iPhone más delgado y ligero, cuya batería orgánica no solo evita dañar el medio ambiente sino que proporcionase carga para utilizarlo durante un mes”. 

Su trabajo podría hacer su sueño realidad. Las moléculas desarrolladas por estos investigadores están funcionando suspendidas en una solución. El paso siguiente será demostrar que esos procesos también pueden tener lugar sobre una película, algo indispensable para poder convertirlas en una batería funcional. 

La naturaleza de este tipo de compuestos hace posible construir baterías no solo más livianas y “verdes”, sino que podrían ser más delgadas, de cualquier forma imaginable, capaces de almacenar más energía que las convencionales, la cereza del postre, ser más seguras y más baratas de producir. 

“Estoy muy emocionado por haber encontrado este tipo de transferencia de electrones, ya que podría utilizarse en la construcción de un dispositivo de fotosíntesis artificial”, dice Sessler. 

Sin dudas, lograr algo así no solo representaría un gran paso adelante para la ciencia, sino que podríamos reemplazar las actuales celdas solares por dispositivos análogos a las plantas, pero artificiales. Solo nos resta esperar y ver si, esta vez, la investigación teórica logra convertirse en un producto comercial viable.

Fuente: Universidad de Texas