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jueves, 1 de julio de 2010

LA INTERPRETACION DE LOS SUEÑOS

Aún cuando no todas las personas son capaces de recordar que han soñado, lo cierto es que todos tenemos sueños cuando dormimos. Durante siglos los científicos se han preguntado qué función cumple este fenómeno, y parece que finalmente se ha desvelado el misterio: soñar es como pensar, pero de forma diferente al tipo de pensamientos que tenemos estando despiertos. Si la psicóloga de la Universidad de Harvard Deirdre Barret está en lo cierto, realmente podemos resolver problemas mientras dormimos.
Los sueños son siempre “muy visuales” y de naturaleza casi siempre ilógica.

Todas las personas sanas sueñan. Aún cuando una buena parte de ellas son completamente incapaces de recordar el “argumento” de sus sueños, todos los humanos utilizan un porcentaje del tiempo que permanecen dormidos para soñar.

¿Por qué soñamos? ¿Qué función cumple este fenómeno?

Esa es la pregunta que la humanidad de ha hecho desde el principio de los tiempos. Se han arriesgado interpretaciones de todo tipo, aunque ninguna ha logrado conformar a todo el mundo. Algunas sociedades primitivas -y no pocas modernas- creen que al soñar se tiene contacto con los espíritus o que, de alguna forma mágica, nos serán revelados los números de la lotería.

Otros han propuesto que los sueños reflejan traumas o angustias que no somos capaces de expresar conscientemente, cuestiones que nuestro cerebro es incapaz de tratar estando despierto y que enfrenta solamente cuando dormimos. Pero parece que hay un nuevo enfoque bajo el sol.

La caída al vacío es un sueño muy común.

En un artículo escrito para la revista digital “LiveScience”, Rachael Rettner explica que la función del sueño es ayudarnos a resolver problemas. Si eso es cierto, la evolución nos ha proporcionado un mecanismo capaz de solucionar los enigmas que nos acosan, simplemente durmiendo un rato.

El estudio realizado por la psicóloga de la Universidad de Harvard, Deirdre Barret, recientemente presentado en la Association for Psychological Science, parte de la premisa de que los sueños son siempre “muy visuales” y contienen una línea argumental cuya naturaleza es casi siempre ilógica. Rara vez el sueño que recordamos es lógico.

Por lo general contienen elementos que nos resultan fantásticos, extraños, aterradores o inquietantes. ¿Por qué nos resultan tan raros? Barret cree que “el sueño es en realidad otra forma del pensamiento, una que tiene lugar en un estado ligeramente diferente al que posee esta función cuando estamos despiertos.

Aunque estemos soñando”, explica, “seguimos trabajando para resolver los mismos problemas que nos acosan cuando estamos con los ojos abiertos”. En resumen, pensar estando dormidos es diferente a hacerlo estando despiertos, por lo que los sueños proporcionarían una forma diferente -y a menudo efectiva- de encarar los problemas.

El sueño, según Barrett, es en realidad otra forma del pensamiento.

Como dice Barret, para elaborar una teoría que explique la función de los sueños hay que tener en cuenta el camino que el hombre ha seguido durante toda su evolución.

Es muy poco probable que un mecanismo que no aportase ninguna ventaja competitiva se haya mantenido durante millones de años, y los sueños no deberían ser una excepción a esta regla.

Freud sostenía que la función de los sueñas era -en pocas palabras- satisfacer nuestros deseos. Sin embargo, obtener logros en un mundo imaginario, que solo existe mientras dormimos no parece ser muy útil para ayudarnos en el mundo físico.

Otros investigadores creen que los sueños no son otra cosa que un “efecto colateral” de la naturaleza humana, simplemente un ejercicio que permite descansar una parte del cerebro mientras que otras zonas se mantienen activas y se reponen sustancias químicas indispensables, como los neurotransmisores, y lo que soñamos es el equivalente mental de una TV que queda encendida sin señal en su antena.

Parece que la forma de pensamiento que tiene lugar cuando soñamos es efectiva.

Pero Barrett sabe de que habla. Ha pasado los últimos diez años de su vida estudiando los problemas relacionados con el sueño, y documentado numerosos ejemplos de estos fenómenos.

Naturalmente, ha diseñado experimentos específicos destinados a comprobar sus teorías. En uno de ellos, les pidió a un grupo de estudiantes universitarios voluntarios que escogiesen un problema y tratasen de resolverlo durante las horas de sueño.

"Los problemas no eran de índole científica, sino simples preguntas de las que los voluntarios desconocían la respuesta. Los estudiantes se concentraban en el problema cada noche antes de irse a la cama, y luego de unas semana, aproximadamente la mitad de ellos habían tenido sueños relacionados con el problema. Aproximadamente uno de cada cuatro tuvo un sueño que contenía la respuesta", explica la psicóloga.

Este resultado probaría que el enfoque alternativo que proporciona la forma de pensamiento que tiene lugar cuando soñamos es efectiva, y que realmente puede ser útil para enfrentar problemas que no podemos resolver durante el día.

Barrett, durante sus experimentos, encontró que podían abordarse casi cualquier tipo de problemas, desde acertijos matemáticos hasta problemas relacionados con el arte.

Pero casi siempre, lo que mejor podía resolverse en sueños eran problemas que obligan a las personas a visualizar algo en su mente, tal como ocurre generalmente cuando un inventor está imaginando un nuevo dispositivo.

Seguramente te estás preguntando dónde encajan en las teorías de Barrett esos sueños recurrentes que tienes con tías macizas. La respuesta, según la psicóloga, es muy simple: tienes un problema que tu mente está tratando de resolver mientras duermes.

Fuente: NeoTeo

La revolución ecológica de Cuba recibe el Nobel Verde

El investigador cubano Humberto Ríos se ha hecho con el galardón ambiental Goldman 2010, considerado el Nobel Verde, por el desarrollo de la agricultura ecológica en su país. Son ya 55.000 agricultores y 100 científicos los que se dedican a la implementación y explotación sostenible de las tierra en Cuba. Este Doctor en Ciencias Agrícolas ha puesto a producir tierras abandonadas y ha visto cómo las cosechas se han multiplicado por tres, lo que ha reportado soberanía y sustento a los productores y poco a poco recorta su dependencia del exterior.

Este investigador del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) de La Habana creó el Programa de Innovación Agropecuaria Local (PIAL) y un movimiento participativo de agricultura auto sostenible con métodos racionales de cultivo.

Implementó una estrategia que combina el talento y la experiencia de científicos y productores agrícolas para un manejo sostenible de los suelos.

Puso a disposición de los campesinos toda la diversidad genética de semillas preservadas en instituciones científicas, propiciando que estos crearan sus propias redes experimentales y lograran resultados notablemente superiores en los rendimientos sin el uso de agroquímicos.

El galardonado afirma que no fue tan difícil convencer a los campesinos para la puesta en práctica de este proyecto. “Fui a los campos y comencé a hablar con los productores. Cuando les expliqué que había entre 100 y 200 variedades de frijoles, no lo podían creer.

Sembré todas las variedades, una al lado de la otra, les puse un número de orden, para que ellos seleccionaran, atendiendo a sus verdaderos intereses, no a nombres. Cuando constataron la gran diversidad de cultivos, incluso con características que se habían perdido durante años, y los altos rendimientos sin aplicación de químicos, casi lloraron. A partir de ese momento, se adueñaron de la iniciativa”.

Fueron los propios campesinos quienes se encargaron de aplicar todo el proceso, de sembrar en sus parcelas las variedades de los granos y de extenderlas al resto de la comunidad. El resto fue una reacción en cadena.

Ríos propugna una nueva organización agrícola, menos centralizada y desburocratizada, que implica cambios en la comercialización de los productos e incremento de los incentivos a productores y consumidores, a través de la eliminación de tabúes impuestos desde arriba, que durante años han lastrado el auge de la producción agropecuaria cubana.

Humberto Ríos, de 47 años de edad, es también compositor y el primer cubano que recibe el premio Goldman. En la ceremonia de entrega en Washington se encontraba el presidente Barack Obama, a quien le regaló un disco con su música.

El Premio Ambiental Goldman lo crearon en 1990 los líderes cívicos y filantrópicos Richard N. Goldman y su esposa, Rhoda H. Goldman. Hasta ahora lo han recibido 139 personas de 79 países, seleccionadas a partir de nominaciones remitidas por una red mundial de organizaciones e individuos ecologistas.

Fuente: Ecoticias

PROPUESTAS DE "INTERNET GALACTICA"

Un internet galáctico programado con el lenguaje de la luz, seres inteligentes utilizando las estrellas para comunicar un mensaje desde el fondo del espacio, suena como a ciencia ficción o poesía mística, pero es la teoría científica de un astrofísico de Hawai.

Civilizaciones estraterrestres podrían estar envíando señales a través del espacio haciendo vibrar las estrellas, un estudio científico sugiere. (Alguna vez has visto el cielo y una estrella en especial cambiar de ritmo y color como si fuera consciente de que la estás viendo, intentado comunicarse... aunque esto parecería la superstición más pagana, puede ser que no este del todo equivocada).

Estas señales, que podrían ser emitidas a través de un código de variación en el brillo de las estrellas, podrían ser el equivalente a un internet galáctico.

Los científicos se enfocan en estudiar las estrellas Cefeidas, cuya luminosidad varía rítmicamente con un periodo muy regular y que pueden ser vistas hasta a 60 millones de años luz. Si existe un código en la varación, las Cefeidas, cuyo prototipo es la estrella Delta Cephei, serían un buen lugar para buscar.

John Learned de la Universidad de Hawai cree que esto podría ser descubierto analizando la data que se tiene de la Cefeidas desde hace más de cien años.

Los científicos creen que las etrellas podrían ser manipuladas posiblemente disparando rayos de alta energía en forma de neutrinos, lo que avanzaría la pulsación al calentar el núcleo haciendo que se expanda.

Esto podría hacer más corto el ciclo de luminosidad, de la misma forma que un estímulo eléctrico en el momento adecuado puede hacer que avance el ritmo cardiaco. Los ciclos normales y acortados podrían ser utilizados para codificar "0"s y "1"s de un lenguaje binario.

De ser cierto esto, la armonía y el ritmo de las estrellas estarían cumpliendo con el antiguo principio esotérico de que la luz es un lenguaje, es el lenguaje original.

"Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben. Sin entender comprendo: también soy escritura y en este mismo instante alguien me deletrea". Octavio Paz

El físico Paul Laviolette sostiene la hipótesis de que los pulsares (Estrellas de neutrones que emite una radiación periódica) muestran un diseño inteligente y son una especie de satelites de comunicación intergaláctica.

Por supuesto una posibilidad con una alta dosis de armonía cósmica sería que las mismas estrellas fueran esa "civilización extratrerrestre avanzada" que se staría intentando comunicar, no necesitando de disparar partículas de alta energía, solo vibrando su cuerpo, un superorganismo de una conciencia inimaginable para nosotros.

Aunque ciertamente es posible sería un poco extraño que una civilización tan evolucionda violentara el cosmos solamente para comunicarse con una raza de humanos perdidos en un planeta azul. Al menos de que estas estrellas fueran creadas justamente para ser satélites de comunicación.

Pero también es posible que esta comunicación es perpetua, es parte de la misma naturaleza del universo, de la luz como Logos: las estrellas constantemente hablándonos en la noche hasta el momento en el que logramos escuchar y entonces entendemos la pregunta de la canción de cuna, de qué son las estrellas: quienes somos.

Fuente: Nature News