Seguidores

Agrégame como amigo

NUEVA PÁGINA


jueves, 24 de junio de 2010

LO QUE OCURRE EN TU CUERPO AL BEBER COCA COLA

Escrito por Carlos Dan

Allá por los años sesenta la Coca Cola era vista como claro ícono imperialista, y por supuesto condenada por ello.

Con la relativización de los regímenes políticos esta condena a las bebidas cola fue reemplazada por la condena a la Coca Cola desde el punto de vista de la calidad de vida.

Junto a McDonald’s, probablemente las bebidas colas sean el modelo a NO seguir por excelencia en términos de conductas alimenticias, pues ambas marcas promueven alimentos negativos para la salud de quienes los consumen.

¿Pero en realidad qué ocurre si consumimos Coca Cola en tiempo real? Analicemos la respuesta fisiológica del organismo ante la ingesta de Coca Cola en el transcurso de una hora.

En los primeros 10 minutos tu cuerpo recibe el 100% de tu ingesta diaria recomendada de azúcar, que equivale más o menos a diez cucharaditas de azúcar. No vomitas porque el ácido fosfórico reduce el sabor permitiéndote digerirlo.

A los 20 minutos hay un pico de azúcar en el cuerpo elevando la insulina, y tu hígado convierte toda la azúcar que sobra en grasa.

A los 40 minutos el cuerpo absorbe toda la cafeína disponible, tus pupilas se dilatan, tu presión sanguínea aumenta y tu hígado envía mucha, mucha, mucha glucosa a tu aparato circulatorio.

5 minutos más tarde, la dopamina comienza a producirse en tu cerebro. Esta hormona es un neurotransmisor que causa en última instancia el aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.

En una escala mucho menor, por supuesto, esta es la respuesta del organismo ante el consumo de heroína.

A la hora de haber consumido la bebida el metabolismo aumenta para quemar la cantidad de grasa producida abruptamente.

Además, en este momento las propiedades diuréticas de la cafeína comienzan a jugar su papel, y se supone que esto te permita eliminar todo el magnesio, calcio, zinc, sodio, electrolitos y agua que el consumo de la bebida hizo que sobre en tu cuerpo.

La crisis está a punto de terminar, pero aún falta un poco para que todo vuelva a la normalidad.

Así como el azúcar aumentó de forma desproporcionada en tu organismo, lo mismo ocurre con su decrecimiento. El cuerpo había comenzado a funcionar con esa concentración de glucosa, pero ahora le hace falta.

Te vueles ligeramente irritable y un tanto lerdo. Además, en términos fisiológicos has eliminado mucha agua por la acción diurética de la cafeína, y ello produce deshidratación.

Lo peor es que al haber eliminado tanto líquido con él se han escapado los nutrientes que tu cuerpo pudo haber usado para hidratarte, y debes quemar recursos de reserva.

La Coca Cola no es un enemigo público, pero sí la combinación de dosis masivas de azúcar combinadas con el ácido fosfórico y la cafeína. ¿Tienes sed? Bebe agua. ¿Tienes antojo? Bebe medio vaso de cola; no hay necesidad de beber medio litro entero. Y por favor, cuídate.

Jesús volverá en el 2050, según el 40% de los estadounidenses

Una encuesta del PEW Research Center revela las proyecciones futuristas de la población estadounidense: el optimismo pre programado del sueño americano.

Una estatua de Jesús en Sydney, Australia. Foto: REUTERS.

En un estudio para sondear cuales son las proyecciones de la población estadounidense hacia 2050, se reveló una psique colectiva bastante optimista y un tanto alucinatoria.

El sondeo, realizado por dos instituciones de gran seriedad, el Pew Research Center For The People y la The Press/Smithsonian Magazine, obtuvo algunas conclusiones un tanto estrambóticas sobre la percepción futurista de los estadounidenses.

Por ejemplo, ahora sabemos que el 40% de los encuestados afirma que para 2050 se habrá concretado un mesiánico retorno, y Jesucristo estará de vuelta en la Tierra.

A mediados del siglo, el 71 por ciento creen que se va a curar el cáncer, el 66 por ciento dice que las extremidades artificiales funcionan mejor que los reales y el 81 por ciento creen que las computadoras serán capaces de conversar como seres humanos.

Pero no todo es miel y cyan en el sentir futurista ya que un 68% de los jóvenes afirmó que en las próximas décadas seremos testigos de una Tercera Guerra Mundial, y el 72% que experimentaremos una radical crisis energética, a nivel planetario, antes del 2050, y un 31% asegura que la Tierra será golpeada por un asteroide.

La encuesta también muestra una caída aguda en el optimismo general a partir de 1999, cuando el 81 por ciento dijeron que eran optimistas acerca de la vida para ellos y sus familias. La encuesta actual que se encuentran a sólo 64 por ciento eran.

Sesenta y un por ciento dijeron que eran optimistas sobre el futuro de los Estados Unidos, en comparación con el 70 por ciento en 1999. Y el 56 por ciento predijo que la economía de los EE.UU. sería más fuerte en 40 años, en comparación con el 64 por ciento de los encuestados en 1999.

Los resultados fueron compilados de entrevistas telefónicas y en línea con 1.546 adultos en abril. El margen de error es de más o menos 3 puntos porcentuales, según Pew.

Entre otras interesantes conclusiones, el estudio reveló que:

• El 71 por ciento cree se va a curar el cáncer en 2050.

• 81 por ciento creen que las computadoras serán capaces de conversar como seres humanos.

• 68 por ciento de los menores de 30 predecir una guerra mundial en 2050.

• 53 por ciento dicen que la gente ordinaria, viajará en el espacio

• Casi tres cuartas partes, o 74 por ciento de los encuestados creen que es probable que "la mayoría de nuestra energía provendrá de fuentes distintas de las de carbón, petróleo y gas".

• Sin embargo, el 72 por ciento creen que el mundo es probable que experimente una crisis energética en todo el mundo importantes para el año 2050.

• 66 por ciento dicen que la Tierra será definitiva o probablemente entrar en calor, pero se descompone muy a lo largo de líneas políticas, con sólo el 48 por ciento de los republicanos que lo diga y el 83 por ciento de los demócratas.

• 42 por ciento dicen que es probable que los científicos serán capaces de decir lo que piensan al escanear el cerebro pero el 55 dicen que esto definitivamente o probablemente no sucederá.

• 89 por ciento cree que una mujer será elegido presidente de los EE.UU. en 2050.

• 86 por ciento dicen que es menos probable que la mayoría de los estadounidenses tendrán que trabajar en los 70 años antes de retirarse.

• 41 por ciento dice que Jesucristo regresará en los próximos 40 años, mientras que el 46 por ciento dicen que esto definitivamente o probablemente no sucederá.

• 63 por ciento anticipar la desaparición del papel moneda

• 61 por ciento dice que casi nadie va a enviar cartas para el año 2050.

• 31 por ciento esperan que el planeta será golpeada por un asteroide.

LA DECADA DEL GENOMA HUMANO

El genoma humano incluye las instrucciones de unos 20.000 genes.

Hace diez años, el 26 de junio de 2000, Bill Clinton, entonces presidente de Estados Unidos, presentó en la Casa Blanca el primer borrador del "libro genético de la vida humana": el genoma humano.

El llamado Proyecto del Genoma Humano era el resultado de 10 años de trabajo de unos 3.000 científicos de 20 institutos de seis países del mundo.

Clinton predijo entonces "una revolución en el diagnóstico, prevención y tratamiento de la mayoría, si no es que de todas, las enfermedades humanas".

Hoy, diez años después, ¿se alcanzó esta "revolución"?

Los expertos creen que la secuenciación del genoma ha significado avances muy importantes en el conocimiento de lo que somos -y cómo somos- los humanos.

Y aunque todavía no se ha logrado predecir, diagnosticar y tratar muchas enfermedades, la medicina se ha transformado como nunca en esta era genómica.

"Muchas de las aplicaciones clínicas del genoma aún quedan lejos, pero creo que las palabras de Clinton fueron acertadas" dijo el doctor Salvador Macip, experto en genética molecular y profesor del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Leicester, en Inglaterra.

"Estamos aún en los primeros pasos de esta revolución, pero las posibilidades son enormes. La aplicación a la medicina moderna de los conocimientos genéticos que estamos acumulando cambiará radicalmente la forma como afrontamos la mayoría de las enfermedades".

En el futuro cada individuo podrá contar con su propio código genético.

Instrucciones de vida

El objetivo principal que estableció el proyecto de US$3.000 millones fue secuenciar (o identificar) todos los tres mil millones de unidades químicas contenidas en el ADN, el "manual de instrucciones" que utilizan las células para vivir, contenido en unos 20.000 genes.

Este conocimiento ha conducido al descubrimiento de cientos de genes implicados en el riesgo que tenemos de sufrir trastornos comunes, como enfermedad coronaria, diabetes y esquizofrenia.

En la última década ha habido numerosos hallazgos sobre las mutaciones (o defectos) en los genes humanos que provocan estos males.

Pero estos hallazgos sólo han logrado explicar una parte del riesgo que tenemos de desarrollar la enfermedad.

Es claro, afirman los expertos, que el genoma humano es mucho más complicado de lo que se pensó.

"Es indudable que ha habido avances y que se ha podido establecer marcadores de susceptibilidad a algunas enfermedades pero estamos aún lejos de cumplir con todas las expectativas que se generaron", dijo a BBC Mundo el doctor Arturo Ortega Soto, jefe del Departamento de Genética y Biología Molecular del Instituto de Investigación y de Estudios Avanzados (INVESTAV) del Instituo Politécnico Nacional de México.

Y esto -agrega- tiene una razón clara.

"Con la secuencación del genoma tenemos el mapa de 'los ladrillos' con los que estamos construidos, lo que nos hace iguales. Pero donde tenemos el problema es en las instrucciones de lo que nos hace diferentes, que se seleccionan de acuerdo a razas, poblaciones, medio ambiente, etc."

Ahora, sin embargo, se cuentan con las herramientas para conocer el genoma en detalle.

Se necesitaron cerca de 3.000 científicos, más de 10 años de trabajo y millones de dólares para descifrar el primer genoma humano.

Hoy, se puede hacer ese mismo trabajo en un solo laboratorio en tres semanas y con menos de US$10.000.

Más rápido, más barato

Tal como señala el doctor Macip, "conocer la secuencia del genoma humano nos permite ir mucho más deprisa y plantearnos experimentos que antes eran casi impensables".

"Es como pasar de ir en un Fiat 600 a conducir un Ferrari. El impacto de este conocimiento se nota en todos los campos de la investigación biomédica y, por tanto, acabará repercutiendo en los enfermos".

Uno de los grandes beneficios del genoma humano han sido los marcadores de susceptibilidad que tiene un individuo a enfermedades como diabetes o enfermedad coronaria.

Y se espera que en unos años, una parte esencial de la atención a la salud sea que el médico sea capaz de leer el código genético de su paciente y predecir qué enfermedades desarrollará en el futuro y cuáles serán los tratamientos más adecuados para su formación genética.

"Hoy estamos en el inicio de lo que se conoce como la medicina genómica -dice el doctor Ortega Soto- y con la tecnología que tenemos ahora esto va a avanzar mucho más rápido de lo que podemos imaginar".

Todavía faltan muchos más genes y más mutaciones por descubrir antes de que podamos lograr esa lectura individualizada de nuestro código genético, pero las expectativas que planteó Bill Clinton no fueron tan equivocadas.

"Quizá las aplicaciones directas no sean evidentes, pero entender cómo funcionan nuestros genes es imprescindible para diseñar nuevas generaciones de fármacos más potentes" afirma Salvador Macip.

"Los últimos avances en tratamiento del cáncer, por ejemplo, ya se han conseguido usando los datos del Proyecto Genoma Humano"

La velocidad con la cual un genoma puede ser secuenciado se reduce a la mitad cada año, y también el costo.

Y aunque las máquinas de secuenciación sólo son accesibles para unos cuantos laboratorios de los países más ricos, se espera que los beneficios del genoma también lleguen pronto a los menos desarrollados.

"En América Latina, en los países más avanzados, Brasil, Argentina, Chile y México, quizás podríamos hablar de una medicina individualizada en unos 20 años", dice Arturo Ortega Soto.

"Pero esperamos que a medida que avance el poder de secuenciación y se abaraten los costos, evidentemente la investigación tendrá que voltear hacia los padecimientos de los más pobres".

Fuente: BBCMundo