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viernes, 23 de julio de 2010

LA INVISIBILIDAD, EL VIDRIO Y LOS METAMATERIALES

Piensa en el poder demostrado por el anillo de J. R. R. Tolkien en El Señor de los Anillos, o en los dispositivos de ocultación de los Romulanos de Star Trek (que podían hacer desaparecer de la vista a sus naves de guerra), o en la capa mágica de Harry Potter, o en la prenda que hace que los jugadores se desvanezcan en el clásico videojuego "Dungeons and Dragons”.

El poder de hacer desaparecer a alguien o a algún objeto hasta convertirlo en invisible siempre ha fascinado a la humanidad. En la Universidad Tecnológica de Michigan, Elena Semouchkina está trabajando para lograrlo.
Los rayos de luz se reorientan al salir provocando la invisibilidad del objeto cubierto.

Eso es exactamente lo que está haciendo Elena Semouchkina, profesora de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad Tecnológica de Michigan.

Ella ha encontrado maneras de utilizar la resonancia magnética para captar los rayos de la luz visible y la ruta que ésta toma en torno a objetos hasta lograr hacerlos invisibles al ojo humano.

Semouchkina y sus colegas de la Universidad Estatal de Pensilvania, donde también es profesora, recientemente informaron sobre su investigación en la revista Applied Physics Letters, publicada por el Instituto Americano de Física.

Los co-autores son Douglas Werner, Carlo Pantano y Semouchkin George. En la publicación se describe el desarrollo de una capa no metálica que utiliza resonadores idénticos dentro de un cristal de vidrio de calcogenuro, un tipo de material dieléctrico que no es conductor de la electricidad.

En simulaciones por ordenador, una capa específica de este tipo de cristal hecha sobre objetos afectados por ondas de infrarrojos (es decir, con longitudes de onda de cerca de un micrón o una millonésima de un metro de largo) sencillamente provoca que estos objetos desaparezcan de la vista, es decir, se tornen invisibles.

La primera aplicación de los vidrios de calcogenuro tuvo lugar en el campo de la xerografía, pero en los años 60 del siglo pasado encontraron utilidad en el área de las nanotecnologías aprovechando la diferencia de conductividad eléctrica entre las fases vítreas y cristalinas que este tipo de cristal posee.

Este fenómeno dio lugar a su incorporación en circuitos opto-electrónicos.

El proceso tiene lugar por la “amorfización” y “re-cristalización local” de una capa de vidrio de calcogenuro.

Se calienta localmente la capa cristalizada hasta una temperatura superior a su punto de fusión por medio de un impulso láser. Luego de esto, la zona caliente se enfría a una gran velocidad, muy superior a la velocidad crítica de amorfización del calcogenuro, dando lugar a la formación en la matriz cristalizada de una marca amorfa con una conductividad eléctrica diferente.

Mediante la medición de las propiedades reflectivas (óptica) resultantes es posible leer la información registrada en el material.

Primero fue Matsushita la que comenzó con la fabricación de discos DVD y posteriormente Intel y Samsung introdujeron esta tecnología en memorias RAM capaces de alcanzar velocidades de conmutación muy grandes con consumos eléctricos muy bajos y densidades de información altísimas.

Los anteriores intentos por parte de otros investigadores utilizaban anillos de metal y alambres.

"El nuestro es el primero en hacer “el encubrimiento” sobre objetos cilíndricos empleando vidrio", dijo Semouchkina.

Su capa de invisibilidad utiliza metamateriales que en la práctica son materiales artificiales con propiedades que no existen en la naturaleza.

Esta capa está hecha de resonadores de cristales minúsculos dispuestos en un patrón concéntrico dentro de la forma de un cilindro.

Los "rayos" de la configuración concéntrica producen la resonancia magnética requerida para “doblar” las ondas de luz alrededor de un objeto, y este fenómeno transforma a dicho objeto en invisible.

Los metamateriales empleados en el proceso se comportan como pequeños resonadores en lugar de átomos o moléculas de materiales naturales. Y gracias a esta propiedad se sitúan en un espacio intermedio entre los materiales convencionales utilizados por la ciencia y la ingeniería eléctrica.

Según la Sociedad Americana de Física, los metamateriales son considerados uno de los tres descubrimientos más importantes de la década en el campo de la física.

En la actualidad, Semouchkina y su equipo están experimentando con un manto de invisibilidad para trabajar a frecuencias de microondas. En este caso, el manto está construido a partir de resonadores cerámicos.

Están utilizando para este trabajo la cámara anecoica de la Universidad Tecnológica de Michigan, esto es, una habitación (con el aspecto de una dantesca caverna), dentro del laboratorio del Centro de Recursos de Energía Eléctrica, en cuyas paredes hay (estratégicamente alineados) conos de espuma altamente absorbente de color gris carbón.

Vale aclarar que estos espacios especiales se utilizan para simular los ensayos como si se estuviera trabajando a campo abierto (por ello, todas las paredes se recubren de material absorbente).

Allí, las antenas de transmisión y recepción utilizan el espectro de las microondas, que poseen longitudes de onda mayores que la luz infrarroja y alcanzan resonancias de hasta varios centímetros de largo. Utilizando estos medios, han logrado “hacer desaparecer” cilindros metálicos de 5 a 8 centímetros de diámetro y de 8 a 10 centímetros de alto.

Los metamateriales están aportando nuevas herramientas a las investigaciones de invisibilidad.

"A partir de estos experimentos, queremos pasar a frecuencias más altas y longitudes de onda más pequeñas", apuntó la investigadora.

"Las aplicaciones más emocionantes serán cuando alcancemos el espectro de las frecuencias de la luz visible." ¿Así que algún día será posible que la policía pueda ocultar todo un equipo SWAT o el Ejército pueda hacer lo mismo con un tanque? "Es posible en principio, pero no en este momento", dijo Semouchkina.

Fuente: NeoTeo

¿Se está preparando un falso ciber ataque para tomar control del Internet?

Una fuerte tendencia por apretar el control del Internet, por ejercer mayor vigilancia y hasta monetarizar el ciberterrorismo, podría significar la posibilidad de un falso ataque cibernético con el fin de sentar las bases para implementar un estado policial digital.

En los últimos meses se está dando un debate político-mediático sobre la ciberseguridad de los Estados Unidos, donde se enfatiza por expertos, legisladores y gente allegada a la Casa Blanca, la vulnerabilidad que tiene ese país ante un posible ataque cibernético.

Se habla de un “Pearl Harbor electrónico” o de un “ciber Katrina”.

Esto ha motivado a que se legisle para controlar el acceso a Internet y discuta la posibildad que tiene Obama de apagar la red en una emergencia.

Toda esta discusión para algunos analistas es sumamente exagerada, y obedece a una agenda cuyo fin sería controlar el acceso a Internet y limitar el flujo de la información.

Incluso el periodista del sitio Infowars.com, Steve Watson, al igual que Alex Jones, hablan de la posibilidad de que se use un falso ciberataque, como excusa para tomar control de la red.

En este sentido entramos un poco al terreno de las especulaciones, de leer intenciones; por una parte el periodista Alex Jones objeta que está siendo censurado por Google y Facebook, y esto podría ser parte de su contra-propaganda; también, es verdad que sí existe un deseo expresado como una campaña política entre varios miembros importantes de la política de EUA de regular el Internet y limitar sus libertades.



En mayo en un reporte publicado en The Telegraph, el ex asesor contra terrorismo de la Casa Blanca, Richard Clarke, dijo que la soberanía de Estados Unidos estaba en riesgo y que en 15 minutos un cibertaque podría cuasar un apagón masivo y prácticamente tomar al país.

- Hace unos meses se hizo un ejercicio de simulación de un ciberataque en la cadena CNN que mostraba que Estados Unidos no está preparado para un ataque de esta índole.

-El año pasado el senador John Rockefeller introdujo el Cybersecurity Act, dicendo en televisión: “¿No habría sido mejor que nunca hubieramos inventado el Internet? El acta de Rockefeller daría al presidente el poder de “declarar una emergencia de ciberseguridad” y apagar o limitar el tráfico a Internet en cualquier “red crítica” en el interés de la seguridad nacional.

- Hace menos de un mes el senador por Connecticut, Joe Lieberman, logró que se aprobara el Protecting "Cyberspace as a National Asset Act". Esta ley, apodada como el “kill switch”, enfatiza el derecho que tiene el presidente de apagar el Internet en una emergencia: “cerrar cualquier estación o instalación de comunicación alámbrica (wire communication)” en un tiempo de guerra, según lo descrito en el Communications Act de 1934.

- Infowars señala que en el 2008 el profesor de Stanford, Lawrence Leslig, dijo en una conferencia que “va haber un evento i9/11” que catalizará una reestructuración radical de la ley en Internet.

Leslig habría dicho esto después de hablar con el ex zar contra el terrorismo Richard Clarke, quien le informó que ya estaba preparada una ley iPatriota, como la del 9/11, lista para ejecutarse en un evento cibernético de esta magnitud.

- Hace unas semanas se dio a conocer el programa “Perfect Citizen” de la Agencia de Seguridad Nacional: un contrato de 100 millones a la empresa Raytheon (que tamién dearrolla armas laser) para desarrollar un sistema de vigilancia cibernética doméstica, que controversialmente podría espíar a los ciudadanos.

No queremos caer en la paranoia de que se prepara necesariamente un ciber ataque de falsa bandera, pero ciertamente si existe una tendencia importante a incrementar el control del Internet y/o usarlo como un medio de espionaje y vigilancia que se acerca a lo orwelliano.



Evgenyz Morozov, un blogger que ha participado en las prestigiosas conferencias TED, dice que la amenaza de un ciber ataque ha sido exagerada, basándose más en vívidas metáforas que en fundamentos.

La información que parece indicar este inminente ataque “es recopilada por agencias ultrasecretas –que necesitan justificar su propia existencia –y por compañías de ciberseguridad- que obtienen grandes beneficios de la ansiedad popular”.

Recientemente el Washington Post publicó las primeras entregas de su megareportaje “Top Secret America”, en el que describe la inmensa industria del contraterrorismo e inteligencia en Estados Unidos, con casi 1 millón de personas con acceso a información clasificada.

¿Acaso no estamos viendo también una masiva industria del ciberterrorismo gestándose dentro de este monstruo secreto? Para dinamizar una industria así a su máximo potencial, un ciberataque, la sensación de la fragilidad ante el terrorismo informático, sería el mejor catalizador.

Pero por el momento, aunque existen ciertas pautas, estamos en el terreno de la especulación. Sólo sabemos que sí existe una amenza por controlar el internet, por tasarlo, por limitar el acceso a la información, por dividirlo, por capitalizarlo aún más, por militarizarlo...

Es difícil saber si estas amenazas se concretaran, pero ciertamente lo mejor del Internet es, aunque provenga de un programa militar, la posibilidad de libertad informativa, y de libertad a través de la información. "La información quiere ser libre", dice el mantra original de los hackers.

La información está viva y puede alterar tu estructura molecular. Ese es el espíritu de internet que vale la pena proteger: ser nuestros propios programadores y consumir el código que queremos.

Fuente: Pijamasurf