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viernes, 6 de mayo de 2011

Super-civilizaciones podría vivir en agujeros negros

Una civilización extraterrestre suficientemente avanzada podría vivir dentro de un agujero negro, podría usar su energía para volverse inmortal e incluso para crear un nuevo universo, según teorizan cosmólogos.
Hace unos días se anunció que el programa de búsqueda de inteligencia extraterrestre, SETI, suspendería sus operaciones después de varias décadas sin lograr ningún descubrimiento significativo.

Se pueden barajar teorías conspiratorias al respecto (sobre si la inteligencia extraterrestres ya ha sido hallada y está aquí entre nosotros), pero también se puede argumentar que el fracaso del SETI se debe a que nuestra búsqueda está condicionada a nuestros paradigmas humanos, los cuales no son necesariamente universales.

Y tambíen al hecho de que una civilización extraterrestre más avanzada podría ser sumamente difícil de percibir -quizás percibirla sería como pedirle a una hormiga que se de cuenta que la estamos mirando a través de un microscopio. Stanley Kubrick en una entrevista sobre 2001: Odisea del Espacio, lo dice mejor:

“Al tiempo que los ancestros distantes del hombre empezaron a salir del mar primordial, ya deben de haber existido civilizaciones en el universo envíando sus astronaves a explorar las regiones más lejanas del cosmos y conquistando los secretos de la naturaleza.

Tales inteligencias cósmicas, creciendo en conocimiento por eones, estarían tan distantes del hombre como nosotros estamos de las hormigas.

Podrían estar en comunicación telepática instantánea a lo largo del universo, podrían haber logrado la maestría total sobre la materia y de esta forma se podrían transportar instantáneamente a través de billones de años luz de espacio; en su última fase podrían abandonar la forma física y existir como una consciencia incorpórea inmortal en todo el universo”.

Justamente en este tenor el científico Clement Vidal de la Vrije Universiteit Brussel cree que debemos de salirnos de la caja para enteder lo que podrían ser las inteligencias extraterrestres superiores, sino contactarlas.

Vidal considera probable que una civilización super avanzada usaría los agujeros negros como fuente de energía, como medio de creación, como vehículo para viajar en el tiempo e incluso como habitat.

Tomando en cuenta que estas Singularidades tienen unas características particulares que los hacen ideales para una especie de física hiperespacial controlada por entidades incorpóreas.

Si consideramos la ecuación de Drake, la probablidad matemática de que exista vida inteligente tomando en cuenta la enorme cantidad de estrellas y planetas que existen en el universo, llegamos a la rotunda realización de que o existen numerosas formas de vida inteligente esparcidas por el universo (o el universo fue creado específicamente para que existieramos nosotros, acondicionando las leyes de la física y las constantes de la naturaleza para que pudieramos existir, lo cual nos habla necesariamente también de una especie de inteligencia extraterrestre, llamese dios, el arquitecto de la Matrix o lo que sea).

Si bien este problema conocido como el principio antrópico en la física se puede resolver con la teoría de los múltiples universos de Everett, en dicha teoría se asume que existen infinitos universos, algunos con pequeñas variaciones, otros con grande variaciones, lo cual nos indica que en algunos de estos universos existen inteligencias en otros planetas distintos a la Tierra, es más, que existen universos donde existen inteligencias extraterrestres en la Tierra.

Ahora bien considerando este universo, más allá del solipsismo de la física, de cualquier forma es altamente probable que se hayan generado inteligencias extratererstres y tomando la edad del universo es, muy probable que hayan podido evolucionar millones de veces más que nosotros.

Según la esacla de Kardashev: una civilización inteligente de Tipo 1 podría utilizar la energía de su planeta en su totalidad y controlar el clima y su biología.

Una civilización de Tipo 2 podría utilizar la energía de todo su sistema solar y viajar hacia otros sistemas estelares.

Una civilización de Tipo 3 podría utlizar la energía de toda su galaxia.

Nosotros estaríamos apenas por llegar al ámbito de una civilización de tipo 1, comparado con nosotros una civilización tipo II o III podría tener tecnología totalmente imperceptible, como escribió memorablemente Arthur C. Clarke –quizás la clave de la verdadera exopolítica- “Una tecnología suficientemente avanzada es inidstinguible de la magia”.

Vidal considera que una civilización que ha tenido 10 mil millones de años de evolución, algo completamente plausible si se considera que el universo tiene más de 13 mil millones de años, posiblemente haya dejado el cuerpo físico y entrado al ámbito de la postbiología, o al menos sea capaz de manipular la energía de las estrellas y de las galaxias y de sus propias partículas atómicas.

Una supercivilzación hambrienta de energía no encontraría mejor fuente que los agujeros negros que atrapan cantidades incomensurables de masa. Los agujeros negros son mucho más eficientes en convertir masa a energía que los hornos alquímicos de las estrellas. Un verdadero imperio galáctico no se conformaría con nada menos.

Aunque es difícil y quizás inútil imaginar como sería esta civilización extraterrestre super evolucionada es probable que tendría control del tiempo espacio y podrían quizás fabricar sus propios agujeros negros para una serie de usos prácticos, como podría ser propulsión a chorro para sus vehículos espaciales o como agujeros de gusano para viajar a distancias de millones de años luz, para realizar la computación cuántica de toda la información del universo o incluso para viajar en el tiempo.

Otra motivación para utilizar los agujeros negros podría tener que ver con la búsqueda de la inmortalidad. Para no depender de la vida de una estrella, podrían crear o servirse de agujeros negros ya existentes para suministrar energía a una estrella más allá de su etapa de fusión nuclear y prolongar su vida.

En un artículo científico el físico ruso Vyacheslav Dokuchaev plantea que partículas subatómicas como los fotones podrían tener órbitas estables dentro de los agujeros negros.

Y señala que los agujeros negros supermasivos en los centros de las galaxias podrían permitir partículas e incluso planetas con vida, orbitando la singularidad sin ser destruidos.

Una civilización podría vivir dentro de un agujero negro aunque tendría que acoplarse a condiciones extraordinarias como las enormes corrientes de fueza, así como la gran densidad energética generada a partir de que los fotones quedarían atrapados.

Y también está el problema de la violación de la causalidad de las leyes del tiempo espacio. Pero en teoría es posible que seres cuasi divinos pudieran vivir en un vórtice de luz pura, su conciencia descargada en los fotones, en el centro de la galaxia, en una especie de eternidad intrauterina.

¿Acaso dios o los dioses habitan en los agujeros negros, como centros de creación?

Clement Vidal especula que algunos agujeros negros podrían ser artificiales y que esto podría ser descubierto midiendo la masa de estas singularidades.

Si se encuentran agujeros negros que pesen menos de 3.5 veces la masa del sol (lo mínimo para comprimir la materia en un agujero negro vía una supernova), esto sería evidencia de que han sido diseñados artificialmente.

Es probable que los sistemas estelares cercanos al centro de la galaxia sean hogar de las civilizaciones más antiguas ya que ahí yacen las estrellas más viejas y posiblemente un agujero negro que podría ser explotado por sus efectos de dilación temporal y su poderosa energía.

El blog de física de Discovery hace referencia al final de la historia de Isaac Asimov “La Última Pregunta”, donde una supercomputadora llamada Cosmic AC reinicia el universo después de que nuestro cosmos ha llegado a un estado de entropía total.

En la oscuridad total desmolecularizada, la máquina multidimensional dice: “¡Que se haga la luz!”

Es posible, como ya hemos teorizado aquí y aquí, que una supercivilización intente crear un universo en el laboratorio (ese laboratorio podría ser un agujero negro).

Esta comosgénesis artificial bien podría explicar por qué muchas de las constantes del universo están tan poco probablemente ajustada para que podamos existir.

El filósofo francés Henri Bergson escribió que ”la función esencial del universo”, es ser “una máquina para crear dioses” (Las dos fuentes de la moral y de la religión).

Pero no es necesario invocar a dios, que en estricto sentido, desde nuestra limitación humana y lingüística, es sólo un concepto. Podemos entender una fuerza evolutiva que permea el universo, la vida y la conciencia encontrando el camino para sobrevivir.

Y ese camino en algún momento lleva a una forma de vida avanzada necesariamente a la creación de nuevos universos donde la trama pueda seguir urdiéndose.

Tal vez los agujeros negros, el más grande misterio de la ciencia actualmente, sean esa zona inefable más allá del lenguaje y la realidad, más allá de la física, más allá del tiempo, en la que soñamos esta existencia.

Fuente: Pijamasurf

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