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domingo, 22 de agosto de 2010

LA LUNA SE ACHICA !

Las imágenes de alta resolución obtenidas en los últimos meses por el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) han permitido a los científicos de la NASA determinar que nuestro satélite natural se está encogiendo. Efectivamente, unas elevaciones conocidas como “escarpes lobulares” demuestran que aún continúa enfriándose y reduciendo su tamaño. Estas formaciones, identificadas por primera vez por las misiones Apolo 15, 16 y 17, indican que el radio de la Luna se redujo unos 100 metros en los últimos 1.000 millones de años y que podría continuar achicándose.

Las lomadas de basalto que llenan el valle de Taurus-Littrow fueron empujados por las fuerzas de contracción para formar el escarpe de la falla Lincoln-Lee, justo al oeste del sitio de aterrizaje del Apolo 17 (flecha). Es la escarpada falla extraterrestre explorado por el hombre (los astronautas Eugene Cernan y Harrison Schmitt). Las imágenes en el modelo digital del terreno del LORC (Lunar Reconnaissance Orbiter Camera) muestra la falla que se extiende en pendiente ascendente del Norte donde las tierras altas del Macizo de material también se alzaban.
Crédito: NASA / Goddard / Universidad Estatal de Arizona / Smithsonian

El radio de la Luna se a reducido en unos 100 metros. Esta información, proporcionada por la NASA, ha surgido del análisis detallado de las fotografías tomadas por el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) en las últimas semanas.

El fenómeno tiene como origen el enfriamiento normal del satélite y los datos han sido publicados por un equipo internacional de astrónomos en la prestigiosa revista "Science".

A pesar de que es lógico esperar que cualquier Luna o planeta que ha superado largamente su etapa de formación se esté enfriando, en el caso de nuestro satélite y dada su antigüedad, el consenso general era que se trataba de un montón de escombros geológicamente muertos.

Otro error de corte ancho y deforme de pequeño diámetro (~ 40 m de diámetro) varios cráteres de impacto (flechas) en los flancos del cráter Mandel'shtam (6,5 ° N, 161 ° E). El error llevó cerca de la superficie cortical y los materiales sobre los cráteres, enterró parte de sus plantas y bajadas. Alrededor de la mitad de la bajada, se muestra en el cuadro que el piso de un m de diámetro en un cráter de 20 se ha perdido.
Crédito: NASA / Goddard / Universidad Estatal de Arizona / Smithsonian

Los astrónomos, que pasaron semanas analizando miles de nuevas fotografías de muy alta resolución de la superficie lunar enviadas por el LRO, descubrieron pistas que claramente podían ser interpretados como rastros de un proceso de reducción a escala global.

Carolyn van der Bogert, de la Universidad de Münster, explica que “la Tierra tiene muchas placas tectónicas que se chocan, que se forman de nuevo y que son destruidas. Debido a ello es imposible estudiar si su diámetro se reduce.

En el caso de la Luna, solo exista una placa, lo que nos permite determinar sus cambios de tamaño.” Lo interesante de la cuestión planteada por estas imágenes es que el proceso de reducción parece no haber finalizado.

Tom Watters, científico del Centro de Estudios Terrestres y Planetarios del Museo Nacional de Astronáutica y del Espacio del Instituto Smithsonian es uno de los convencidos de que la reducción del radio lunar podría seguir ocurriendo en la actualidad.

“En general se cree que la Luna está -desde el punto de vista geológico- muerta, y de que todos los eventos importantes le ocurrieron hace miles de millones de años. Los más excitante de los recientes descubrimientos es que muestran que esto no es así", explicó.

DERECHA: En un tiempo geológico reciente, el interior lunar se enfrió y contrajo la luna entera se redujo en unos 100 m. Como resultado en su corteza frágil y el empuje produjo fallas (compresión) formando accidentes geográficos distintivos conocido como escarpas lobuladas. En un ejemplo especialmente dramático, una falta de empuje empujó materiales cortical (flechas) hasta el lado de la cara oculta cráter de impacto llamado Gregorio (2,1 ° N, 128.1 ° E). Mediante la cartografía de la distribución y la determinación del tamaño de todas las escarpas lobuladas, la historia tectónica y termal de la luna puede ser reconstruido en los últimos millones de años.
Crédito: NASA / Goddard / Universidad Estatal de Arizona /

Las fotos han revelado 14 pequeñas colinas (escarpes), desconocidos hasta ahora. Estas formaciones tienen un origen -en términos geológicos- muy reciente, con una edad inferior a los mil millones de años.

Para los especialistas este hallazgo demuestra que el proceso de enfriamiento de la Luna continúa en la actualidad.

demás, estos escarpes lobulares son de un tipo al que los científicos denominan “fallas de empuje”, pequeñas elevaciones con ángulo de inclinación reducido. Esto indicaría que las fallas se distribuyen de forma global y no sólo en la zona ecuatorial del satélite.

Por supuesto, esta reducción de tamaño en nada afecta nuestra percepción de la Luna, y será indetectable aún para los telescopios más avanzados.

Los científicos que elaboraron el informe compararán también las fotografías que se tomaron hace 40 años, durante las misiones Apolo, con las del LRO buscando cambios apreciables en la superficie. De encontrarlas, estas modificaciones constituirían una prueba indiscutible de que actualmente hay actividad tectónica en la Luna y que el satélite es mucho más dinámico de lo que creíamos.

Las fotografías analizadas se tomaron durante el verano boreal. La misión es a misma que hace unos meses hizo chocar un cohete contra la superficie de la Luna, y constituye una de las más avanzadas de la NASA.

Fuente: NASA