¿Qué sucederia si los científicos descubriesen que las aparentemente constantes propiedades de la materia estuviesen cambiando?.
Exactamente esto es lo que tras la observación de los últimos años se está poniendo de relieve en los resultados aportados por los diferentes equipos científicos que están analizando el Sol.
Desde los planteamientos tradicionales de la física clásica, se han estudiado las partículas y los elementos como valores inalterables que conforman la materia.
Sin embargo, ya podemos afirmar abiertamente que no es cierto.
La observación del Sol, sugiere que éste estaría emitiendo un tipo de emisión de energía previamente desconocida hasta ahora, que está interactuando y modificando los valores de las partículas que componen la materia.
Estamos contemplando en directo las reglas de una nueva física.
La mayoría de los campos de la ciencia dependen de mediciones basadas en valores asignados como constantes.
Un ejemplo de ello, es la metodología de la datación del Carbono 14.
Sin embargo, ya podemos afirmar abiertamente que no es cierto.
La observación del Sol, sugiere que éste estaría emitiendo un tipo de emisión de energía previamente desconocida hasta ahora, que está interactuando y modificando los valores de las partículas que componen la materia.
Estamos contemplando en directo las reglas de una nueva física.
La mayoría de los campos de la ciencia dependen de mediciones basadas en valores asignados como constantes.
Un ejemplo de ello, es la metodología de la datación del Carbono 14.
Un equipo de investigadores de Stanford y Purdue University, acaban de demostrar que la única explicación posible a las modificaciones detectadas en la composición de las partículas procedentes de las emisiones de Plasma, reside precisamente en la capacidad que tiene el plasma electromagnético del Sol para interactuar en la composición de la materia.
Según aduce textualmente Fischbach, la razón tendríamos que buscarla en el núcleo del Sol, parece como que el centro rota más lento de lo que la superficie lo hace, generando así una energía que literalmente comunica con los isótopos radioactivos de la Tierra.
Adicionalmente, hay otra cuestión más inquietante: La capacidad de estas partículas para modificar la composición de los isótopos radioactivos de la Tierra.
Muchos de los físicos que ya están estudiando lo que denominamos Radiofrecuencia Cuántica Diferencial, fundamentan este hallazgo del equipo de Stanford, en el comportamiento de los denominados Osciladores Cuánticos u Osciladores Armónicos, que precisamente manifiestan las capacidades descritas por el estudio de Fischbach y su equipo.
Pero si de algo están seguros en Stanford, es que hay que reescribir urgentemente la física tradicional.
Según aduce textualmente Fischbach, la razón tendríamos que buscarla en el núcleo del Sol, parece como que el centro rota más lento de lo que la superficie lo hace, generando así una energía que literalmente comunica con los isótopos radioactivos de la Tierra.
Adicionalmente, hay otra cuestión más inquietante: La capacidad de estas partículas para modificar la composición de los isótopos radioactivos de la Tierra.
Muchos de los físicos que ya están estudiando lo que denominamos Radiofrecuencia Cuántica Diferencial, fundamentan este hallazgo del equipo de Stanford, en el comportamiento de los denominados Osciladores Cuánticos u Osciladores Armónicos, que precisamente manifiestan las capacidades descritas por el estudio de Fischbach y su equipo.
Pero si de algo están seguros en Stanford, es que hay que reescribir urgentemente la física tradicional.
Fuente: Misterios de la Física
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