La Organización Meteorológica Mundial relaciona el calentamiento global con la ola de calor de Rusia y las inundaciones en China y Pakistán. El vínculo facilitaría querellas de millones de personas contra los emisores de CO2.
En junio de 2003, cuando nadie sospechaba que una ola de calor mataría a unas 70.000 personas en Europa a lo largo de aquel verano, ningún científico en su sano juicio se hubiera atrevido a vincular un fenómeno meteorológico extremo con el cambio climático. Pero la situación ha cambiado de manera radical.
La ola de calor que ha disparado los termómetros hasta rozar los 40 grados en Rusia, las inundaciones que han matado a 1.600 personas en Pakistán y a 3.400 en China o el desgajamiento de Groenlandia de un iceberg del tamaño de media Ibiza cuadran con lo esperado, según ha anunciado recientemente en un inusual comunicado la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
"La existencia de todos estos eventos casi al mismo tiempo genera preguntas sobre sus posibles vínculos con el predicho incremento de la intensidad y la frecuencia de los eventos extremos", explica la OMM.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU, formado por la élite científica de todo el mundo en este ámbito, ya pronosticó en su último informe, publicado en 2007, que el calentamiento global provocado por las emisiones de CO2 humanas agravaría las inundaciones, las sequías, los huracanes y otros desastres naturales. Pero pocos esperaban que ocurriera tan pronto.
"Va a ser un follón"
El nuevo vínculo, todavía muy cuestionado por la comunidad científica, abre la puerta a la que puede ser la mayor batalla judicial de la historia. "Dado que hay un componente relacionado con el calentamiento global en un evento extremo, surge una cuestión: ¿hay alguna manera de demandar a alguien por ello?", se preguntaba hace unos días en la revista New Scientist Kevin Trenberth, peso pesado de la ciencia del cambio climático y miembro del IPCC. "Va a ser un follón", concluía el investigador, que trabaja en el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder (EEUU).
En realidad, el follón comenzó en 2005, cuando un grupo de víctimas del huracán Katrina decidió querellarse contra las petroleras Exxon Mobil, British Petroleum y Chevron. Su argumento era muy claro: estas multinacionales son los principales culpables del calentamiento global que, a su vez, habría provocado el ciclón tropical que mató a más de 1.800 personas y obligó a desplazarse a otros cientos de miles en el sureste de EEUU. Tras unos cuantos titubeos, la Justicia estadounidense desestimó en junio la demanda al no encontrar en ella argumentos sólidos.
Pero aquella querella gana peso científico con el tiempo. Incluso el primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha culpado al cambio climático de la sequía y los incendios forestales, quizá para ocultar sus errores en la gestión de la crisis. Si, como apuntan la OMM y Putin, se confirma la relación entre el calentamiento global y la ola de calor en Rusia, las decenas de millones de personas afectadas por las altas temperaturas y los fuegos posteriores podrían reclamar una indemnización a los responsables del desaguisado en los termómetros. Hasta los Juicios de Núremberg parecen una fruslería ante esta perspectiva.
Predicciones cumplidas
La socióloga especializada en cambio climático Mercedes Pardo cree que fue "lícito" que los afectados por el Katrina se querellaran contra las petroleras, "en el sentido de que es justo que se compense a las víctimas". Pardo, profesora de la Universidad Carlos III de Madrid, es sin embargo más escéptica sobre si un juicio así podría prosperar, al no existir un sujeto inequívoco al que señalar con el dedo. No obstante, en su opinión, sí "es posible reclamar responsabilidad sin atribuírsela a un sujeto de derecho, como ocurre con las responsabilidades históricas del Holocausto".
"Este tipo de peticiones, que van a ir a más, es un asunto que ya tiene atareadas a las compañías de seguros, que son muy conscientes de este nuevo campo del riesgo", asegura.
El investigador del CSIC Carlos Duarte, premio Nacional de Investigación en 2007, recela de este tipo de iniciativas. "En EEUU hay una cultura de la litigación jurídica, con abogados que trabajan por un porcentaje de las indemnizaciones que consiguen. Posiblemente, los abogados de las víctimas del Katrina estaban buscando que las petroleras pusieran dinero sobre la mesa para detener el proceso, pero no lo consiguieron porque es muy difícil demostrar en el contexto de un juicio el vínculo entre un huracán y el cambio climático. Los jueces piden precisión, pero los científicos sólo podemos ofrecer estadística", argumenta.
Duarte, que zarpará en noviembre para circunnavegar el planeta en la mayor expedición dedicada al cambio climático de la historia, cree que todavía es imposible culpar al calentamiento global de una ola de calor concreta, pese a las advertencias de la OMM. "Lo único que podemos decir es que los eventos que están ocurriendo coinciden con las predicciones", zanja.
La batalla científica sigue abierta, aunque un estudio que se publicará próximamente en el Boletín de la Sociedad Meteorológica de EEUU no ha encontrado ningún vínculo entre el aumento de pérdidas humanas por desastres naturales y el calentamiento global producido por el hombre. No es que las riadas sean más peligrosas, es que ahora hay casas construidas en los lechos de los ríos, viene a decir el autor del estudio, Laurens Bouwer.
Fuente: Publico.es
La ONU recibirá hoy el informe sobre los errores en sus estudios sobre el clima
La ONU recibirá este lunes el resultado de una revisión independiente de la labor científica del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC), que solicitó tras descubrirse errores en los estudios del organismo. El caso puso en entredicho la credibilidad de este organismo, creado en el año 2000.
Representantes de la organización científica InterAcademy Council (IAC) harán entrega del informe en una reunión con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la sede del organismo. Se espera que el informe del IAC recomiende una serie de cambios en el modo y agilidad con que el IPCC recaba y comprueba sus datos.
El IPCC, que prepara un quinto estudio, tuvo que admitir a principios de año errores en la conclusión contenida en su informe de 2007 de que los glaciares del Himalaya pueden desaparecer para 2035.
El organismo también recibió fuertes críticas a raíz de la divulgación el año pasado de correos electrónicos de la Unidad de Investigación Climatológica (CRU) de la Universidad británica de East Anglia, uno de los centros de mayor prestigio internacional en esta materia, que sugerían un intento de ocultar ciertos documentos a los responsables de la ONU.
Ante el peligro de que estos hechos minaran la credibilidad de la lucha contra el cambio climático, Ban decidió el pasado 10 de marzo encargar a la IAC una revisión exhaustiva de la metodología del IPCC y la rigurosidad de los voluminosos informes del IPCC, que conforman los pilares de los esfuerzos de la comunidad internacional para combatir las emisiones de gases contaminantes.
Pachauri, blanco de las críticas
Además del secretario general de la ONU, en el acto también estará presente el máximo responsable del IPCC, Rajendra Pachauri, quien ha sido el principal blanco de las críticas de quienes consideran que se ha exagerado la existencia del cambio climático.
El científico indio ya se apuntó un tanto el pasado 21 de agosto cuando el diario británico 'The Daily Telegraph' le pidió disculpas, tras desacreditarse la acusación del rotativo de que se había enriquecido haciendo de consultor sobre asuntos de cambio climático.
Al mismo tiempo, resaltó que los posibles errores cometidos por los científicos no alteran el consenso fundamental de que el calentamiento global causado por la actividad humana es el responsable del cambio climático.
"La revisión no examinará la amplia documentación sobre el cambio climático causado por el ser humano, sino más bien las políticas, procedimientos y estructura organizativa que emplea el IPCC para evaluar e informar sobre el cambio climático", explicó en Nueva York el portavoz del IAC, Bill Kearney, cuando en marzo se le hizo este encargo.
Sus conclusiones pueden allanar o complicar aún más los preparativos de la próxima cumbre sobre cambio climático, que se celebrará en Cancún del 29 de noviembre al 10 de diciembre.
Ban ya reconoció tres semanas atrás que posiblemente en la cita en la ciudad mexicana tampoco se selle el acuerdo vinculante para reducir las emisiones que no se logró en la conferencia del pasado diciembre en Copenhague.
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