Las imágenes, capturadas hace tan solo unos días, muestran los cambios en la corona solar que provocan las terribles tormentas cósmicas.
La sonda de la NASA denominada Observatorio de Dinámica Solar (SDO, por sus siglas en inglés) ha descubierto dos nuevos agujeros en el centro de la corona solar.
Estos agujeros son las «fuentes energéticas» que pueden originar uno de los fenómenos cósmicos más espectaculares y temidos por su violencia, una tormenta solar.
Si se producen con la suficiente fuerza, las erupciones cósmicas son capaces dañar nuestras redes de energía y desbaratar los sistemas de comunicación por satélite.
De momento, los dos nuevos agujeros detectados no parecen suponer una amenaza tan grave, pero muy pronto tendrán consecuencias en la Tierra en forma de auroras boreales.
Las imágenes de la pareja de agujeros solares fueron obtenidas del 9 al 12 de enero por un instrumento de la nave de la NASA que trabaja en el extremo ultravioleta.
Nuevas imágenes del fenómeno, que también puede verse en un vídeo en dos y tres dimensiones -para el segundo hacen falta gafas especiales-, se repitieron el 10 de enero. Uno de los agujeros se encuentra bajo el ecuador de nuestra estrella, y el otro se sitúa por encima.
SIN PREVIO AVISO
Los agujeros de la coronal solar son vastas regiones menos densas y más frías que las áreas que las rodean. En ellos, el campo magnético se abre y permite que el viento solar cargado de partículas escape a gran velocidad hacia el espacio, a alrededor de 800 kilómetros por segundo.
Después de viajar por el espacio durante días y recorrer 150 millones de kilómetros de distancia, las partículas del viento solar impactan contra la Tierra y producen magníficas auroras boreales, un espectáculo que pocos privilegiados pueden observar.
La comprensión de cómo se forman estos agujeros solares es muy importante para los científicos, ya que estos campos son los causantes de las tormentas solares.
Nuevas investigaciones sugieren que, de momento, no somos capaces de prevenir todos y cada uno de estos arranques solares.
Una de cada tres erupciones surge sin previo aviso, lo que prácticamente nos impediría protegernos a tiempo. Además, los tsunamis solares pueden ser tan gigantescos que envuelvan casi por completo toda la superficie del Sol.
Estos agujeros son las «fuentes energéticas» que pueden originar uno de los fenómenos cósmicos más espectaculares y temidos por su violencia, una tormenta solar.
Si se producen con la suficiente fuerza, las erupciones cósmicas son capaces dañar nuestras redes de energía y desbaratar los sistemas de comunicación por satélite.
De momento, los dos nuevos agujeros detectados no parecen suponer una amenaza tan grave, pero muy pronto tendrán consecuencias en la Tierra en forma de auroras boreales.
Las imágenes de la pareja de agujeros solares fueron obtenidas del 9 al 12 de enero por un instrumento de la nave de la NASA que trabaja en el extremo ultravioleta.
Nuevas imágenes del fenómeno, que también puede verse en un vídeo en dos y tres dimensiones -para el segundo hacen falta gafas especiales-, se repitieron el 10 de enero. Uno de los agujeros se encuentra bajo el ecuador de nuestra estrella, y el otro se sitúa por encima.
SIN PREVIO AVISO
Los agujeros de la coronal solar son vastas regiones menos densas y más frías que las áreas que las rodean. En ellos, el campo magnético se abre y permite que el viento solar cargado de partículas escape a gran velocidad hacia el espacio, a alrededor de 800 kilómetros por segundo.
Después de viajar por el espacio durante días y recorrer 150 millones de kilómetros de distancia, las partículas del viento solar impactan contra la Tierra y producen magníficas auroras boreales, un espectáculo que pocos privilegiados pueden observar.
La comprensión de cómo se forman estos agujeros solares es muy importante para los científicos, ya que estos campos son los causantes de las tormentas solares.
Nuevas investigaciones sugieren que, de momento, no somos capaces de prevenir todos y cada uno de estos arranques solares.
Una de cada tres erupciones surge sin previo aviso, lo que prácticamente nos impediría protegernos a tiempo. Además, los tsunamis solares pueden ser tan gigantescos que envuelvan casi por completo toda la superficie del Sol.
Fuente: ABC.es
Este vídeo timelapse muestra un agujero coronal, como se refleja en la luz ultravioleta por Solar Dynamics Observatory de la NASA el 10 de enero de 2011.
los agujeros coronales son áreas de la superficie del Sol que son la fuente que abren líneas de campo magnético que se forma a la cabeza en el espacio.
También son las regiones de origen del viento solar rápido, que "sopla" a un ritmo relativamente estable de 1,8 millones de kilómetros por hora. (No hay sonido.)
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