En una simulación se demostró que vientos de 88 km/h durante 12 horas, podría hacer retroceder las aguas alrededor de 2 metros de profundidad, abriendo un paso de 3 km de largo durante unas 4 horas.
La historia bíblica de la milagrosa separación del Mar Rojo, para que Moisés y los israelitas pudieran escapar del faraón, podría haber sucedido verdaderamente, de acuerdo con las simulaciones de un nuevo computador.
Como parte de un amplio estudio en el impacto del viento sobre la profundidad del agua, los investigadores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) y la Universidad de Colorado en Boulder, descubrieron que un fuerte viento del este, que sopla durante la noche, podría haber empujado el agua hasta una curva, donde un antiguo río se habría fusionado con una laguna en la costa del mar Mediterráneo.
“Las simulaciones coinciden estrechamente con lo contado en el Éxodo, " dijo el autor del estudio, Carl Drews de NCAR, en un comunicado de prensa.
"La separación de las aguas puede entenderse través de la dinámica de fluidos. El viento mueve el agua de una manera acorde con las leyes físicas, crean un paso seguro entre las aguas y luego abruptamente las aguas pueden regresar a su forma original”.
Los investigadores basaron sus modelos computacionales en una reconstrucción de la probable ubicación y profundidad de los canales del delta del Nilo en el mismo momento del evento bíblico que ocurrió hace unos 3.000 años.
Explicaciones previas del milagro incluían un maremoto, pero un tsunami no habría permitido un retiro gradual del agua en la noche, o la asociación con el viento. Otros investigadores han observado "vientos de repulsa", lo contrario de las mareas de tormenta, donde los vientos fuertes y persistentes pueden reducir los niveles de agua.
"Los vientos de repulsa se producen cuando el viento sopla a través de un cuerpo de agua y parte del nivel de este disminuye, y así se expone un área seca. Ese es un fenómeno bien conocido", dijo Drews en un video.
"El truco es conseguir agua en ambos lados del cruce. El relato bíblico describe la existencia de una pared de agua a su izquierda y una pared de agua a su derecha, y los investigadores anteriores han tratado de duplicar este tipo de cosas".
Un estudio previo realizado por investigadores rusos encontró que vientos huracanados (120 kms por hora) podrían haber expuesto a un arrecife bajo el agua cerca del Canal de Suez.
Pero a partir de sus investigaciones, Drews y el co-autor Weiqing Han, quienes publicaron su estudio en la revista online PLoS ONE, no estaban convencidos de que los arrecifes quedarían completamente al descubierto, o que la gente podría cruzar con tan fuertes vientos.
En el nuevo estudio, Drews y Han identificaron una ubicación a 120 kms al norte del Canal de Suez, estudiando antiguos mapas topográficos del delta del Nilo. El flujo histórico de agua y la profundidad de la hidrovía se estimó a partir de los registros arqueológicos, las mediciones por satélite y los mapas modernos.
Utilizando sus modelos computacionales, notaron que vientos de 88 kilómetros por hora, con una duración de 12 horas, podría hacer retroceder las aguas alrededor de 2 metros de profundidad. Esto habría expuesto un paso de más o menos tres km de largo y de 4,5 km de ancho durante unas 4 horas.
Cuando el viento se detuvo, las aguas habrían comenzado a volver, tal como se describe cuando el ejército del faraón intentó perseguir a los israelitas que huían.
"La gente siempre ha estado fascinada por esta historia del Éxodo, preguntándose si se trata de hechos históricos", dijo Drews. "Lo que este estudio demuestra es que la descripción de la separación de las aguas tiene una base en las leyes físicas".
Como parte de un amplio estudio en el impacto del viento sobre la profundidad del agua, los investigadores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) y la Universidad de Colorado en Boulder, descubrieron que un fuerte viento del este, que sopla durante la noche, podría haber empujado el agua hasta una curva, donde un antiguo río se habría fusionado con una laguna en la costa del mar Mediterráneo.
“Las simulaciones coinciden estrechamente con lo contado en el Éxodo, " dijo el autor del estudio, Carl Drews de NCAR, en un comunicado de prensa.
"La separación de las aguas puede entenderse través de la dinámica de fluidos. El viento mueve el agua de una manera acorde con las leyes físicas, crean un paso seguro entre las aguas y luego abruptamente las aguas pueden regresar a su forma original”.
Los investigadores basaron sus modelos computacionales en una reconstrucción de la probable ubicación y profundidad de los canales del delta del Nilo en el mismo momento del evento bíblico que ocurrió hace unos 3.000 años.
Explicaciones previas del milagro incluían un maremoto, pero un tsunami no habría permitido un retiro gradual del agua en la noche, o la asociación con el viento. Otros investigadores han observado "vientos de repulsa", lo contrario de las mareas de tormenta, donde los vientos fuertes y persistentes pueden reducir los niveles de agua.
"Los vientos de repulsa se producen cuando el viento sopla a través de un cuerpo de agua y parte del nivel de este disminuye, y así se expone un área seca. Ese es un fenómeno bien conocido", dijo Drews en un video.
"El truco es conseguir agua en ambos lados del cruce. El relato bíblico describe la existencia de una pared de agua a su izquierda y una pared de agua a su derecha, y los investigadores anteriores han tratado de duplicar este tipo de cosas".
Un estudio previo realizado por investigadores rusos encontró que vientos huracanados (120 kms por hora) podrían haber expuesto a un arrecife bajo el agua cerca del Canal de Suez.
Pero a partir de sus investigaciones, Drews y el co-autor Weiqing Han, quienes publicaron su estudio en la revista online PLoS ONE, no estaban convencidos de que los arrecifes quedarían completamente al descubierto, o que la gente podría cruzar con tan fuertes vientos.
En el nuevo estudio, Drews y Han identificaron una ubicación a 120 kms al norte del Canal de Suez, estudiando antiguos mapas topográficos del delta del Nilo. El flujo histórico de agua y la profundidad de la hidrovía se estimó a partir de los registros arqueológicos, las mediciones por satélite y los mapas modernos.
Utilizando sus modelos computacionales, notaron que vientos de 88 kilómetros por hora, con una duración de 12 horas, podría hacer retroceder las aguas alrededor de 2 metros de profundidad. Esto habría expuesto un paso de más o menos tres km de largo y de 4,5 km de ancho durante unas 4 horas.
Cuando el viento se detuvo, las aguas habrían comenzado a volver, tal como se describe cuando el ejército del faraón intentó perseguir a los israelitas que huían.
"La gente siempre ha estado fascinada por esta historia del Éxodo, preguntándose si se trata de hechos históricos", dijo Drews. "Lo que este estudio demuestra es que la descripción de la separación de las aguas tiene una base en las leyes físicas".
Fuente: La Gran Época
No hay comentarios:
Publicar un comentario