Gobierno de Obama busca obligar a compañías que proveen servicios de telefonía y mensajería en la red a entregar información sobre conversaciones y a decodificar e interceptar llamadas.
El gobierno federal de Estados Unidos está preparando nuevas regulaciones para el Internet, argumentando que su habilidad para interceptar y monitorear a personas sospechosas se está perdiendo ante el aumento de la comunicación en línea, ya no por teléfono.
El gobierno quiere que el Congreso obligue a todos los proveedores de comunicación –incluyendo servicios que transmiten emails encriptadas como Blackberry, o redes sociales como Facebook y softwares p2p como Skype- a otorgar información si les da una orden de monitoreo (wiretap en inglés). El mandato incluiría poder interceptar y decodificar mensajes encriptadas.
Las autoridades podrían interceptar las llamadas con la misma facilidad que con los teléfonos de red fija o los móviles.
Todas las firmas que ofrecen sus servicios en Estados Unidos serán objeto de este proyecto de ley. Si se trata de empresas extranjeras, éstas serán obligadas a abrir una oficina en territorio norteamericano.
Esta legislación, que sería envíada al congreso al principio del 2011, podría servir como ejemplo para el manejo de las telecomunicaciones en Internet de forma global.
Según Washington, la norma ayudará a combatir el terrorismo y la delincuencia. Mientras tanto, otros creen que pretende reforzar el control en Internet. Los defensores de los derechos en Internet y numerosos expertos en la Red critican la nueva norma ya que supone un ataque directo al derecho a la privacidad de los usuarios.
James X. Dempsey, vicepresidente del Centro para la Democracia y la Tecnología, dijo al New York Times, que esta propuesta “tiene enormes implicaciones” y amenaza “los elementos fundamentales de la revolución de Internet”, incluyendo su diseño descentralizado.
“Están pidiendo la autoridad de rediseñar los servicios que toman ventaja de la especial arquitectura de la red”. Básicamente quieren regresar el reloj y hacer que los servicios de Internet funcionen como el sistema telefónico solía funcionar”, dijo Dempsey.
Pero los funcionarios de aplicación de la ley sostienen que la imposición de dicho mandato es razonable y necesario para evitar la erosión de sus poderes de investigación.
"Estamos hablando de autorizar las intercepciones legalmente", dijo Valerie E. Caproni, consejera general de la Oficina Federal de Investigaciones. "No estamos hablando de la autoridad en expansión. Estamos hablando de preservar nuestra capacidad para ejecutar nuestra autoridad existente con el fin de proteger la seguridad pública y seguridad nacional. "
Los investigadores se han preocupado por años que el cambio de tecnología de las comunicaciones podría dañar su capacidad para llevar a cabo la vigilancia. En los últimos meses, funcionarios del FBI, el Departamento de Justicia, la Agencia de Seguridad Nacional, la Casa Blanca y otras agencias se han reunido para elaborar una propuesta de solución.
Todavía no hay acuerdo sobre los elementos importantes, como la forma del lenguaje de definición como la palabra legal para contar con un proveedor de servicios de comunicaciones, según varios funcionarios familiarizados con las deliberaciones.
En los Estados Unidos, las redes de banda ancha y de telefonía ya están obligados a tener la capacidad de interceptación, en virtud de una ley de 1994 llamada la Asistencia de Comunicaciones de Aplicación de la ley Ley.
Su objetivo es garantizar que la vigilancia de las capacidades del gobierno de mantenderla intacta durante la evolución de un sistema de cable telefónico de cobre para las redes digitales y teléfonos celulares.
Los proveedores que no cumplan enfrentarán multas o alguna otra sanción. Pero en la propuesta es probable que las empresas hagan llegar directamente a su propia manera con tal de cumplir con los mandatos.
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