La próxima gran fuente de energía podría estar en el aire: la electricidad de la atmósfera puede convertirse en el mayor recurso energético del futuro.
El campo e la energía alternativa, disciplina científica, comercial, ambiental e imaginaria, que nos permitiría emanciparnos finalmente de nuestra sucia dependencia al petróleo y demás hidrocarburos, se encuentra hoy altamente estimulada frente a una nueva posibilidad: extraer energía de la electricidad que se encuentra en el aire.
Esta forma de energía, la electricidad omnipresente, se encuentra literalmente en todos lados ya que el aire la transporta luego de que es generada por el contacto entre el vapor del agua y las partículas de polvo en la atmósfera.
Durantes siglos los hombres de ciencia han buscado el modo de hackear esta épica fuente de energía. Y el enigma podría haber sido resuelto ya.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Campinas, en Brasil, que es encabezado por Fernando Galembeck, expuso en la reciente reunión de la American Chemical Society su nuevo hallazgo.
Los investigadores brasileños descubrieron que, contrario a lo que se pensaba, el agua no se mantiene una carga eléctrica neutral tras su encuentro contra partículas de “polvo” como las del silicio y el aluminio de fosfato.
Esto quiere decir que el vapor de agua debe tener su propia carga cuando interactua con estas partículas. A este fenómeno lo han llamado “hygroelectricidad” o “hidroelectricidad” que básicamente consiste en la presencia de electricidad humeda.
Sobre este descubrimiento, que podría influir radicalmente en el futuro energéticos de nuestro planeta, Galembeck afirma:
“Nuestra investigación podría hallar una manera de transformar la electricidad de la atmósfera en una fuente alternativa de energía para el futuro.
Así como la energía solar podría liberar a los hogares de pagar sus cuentas mensuales de luz, esta prometedora nueva energía podría tener un efecto similar.
Si sabemos como es que la energía se conforma y se dispersa en la atmósfera, también podríamos prevenir muertes y daños causados por relámpagos eléctricos”.
Lo que resulta paradójico, e incluso comico, alrededor de este esperanzador hallazgo es que una vez se demuestra, que en muchas ocasiones la más preciada respuesta se encuentra justo delante de nuestros ojos, y en este caso en absoultamente todos lados, pero por algun bloqueo de conciencia no habíamos sido capaces de descubrirlo.
Fuente: ECCOSFERA
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