Las rocas, descubiertas por astrónomos aficionados, miden unos 13 metros y liberaron una energía de hasta tres megatones.
Combinación de imágenes obtenidas por aficionados del impacto (los puntos luminosos) en Júpiter el 3 de junio. / A. WESLEY Y M.TACHIKAWA
Júpiter ha recibido un par de golpes muy parecidos a los que la Tierra acaba de esquivar. El pasado 3 de junio, dos astrónomos aficionados observaron la caída de un asteroide sobre la superficie del gigantesco planeta del Sistema Solar.
El 20 de agosto, una escena casi idéntica se repetía en la lente del telescopio de otro aficionado a las estrellas, quien dio la voz de alarma al contemplar asombrado un brillante flash en el espacio. Atentos a lo ocurrido, astrónomos profesionales de la NASA han estudiado el descubrimiento de los dos objetos y han recopilado una información detallada de los mismos.
Según publican en la revista Astrophysical Journal Letters, resulta que, por su tamaño y características, son muy parecidos a los dos asteroides que el pasado miércoles rozaron la Tierra.
Los expertos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés) en Pasadena, California, creen que el objeto que causó una bola de fuego el 3 de junio tiene un tamaño de 8 a 13 metros de diámetro, comparable al asteroide 2010 RF12 que voló muy cerca de la Tierra el miércoles, nada menos que a 78.000 kilómetros.
La roca que se precipitó contra Júpiter liberó una energía de alrededor de tres megatones, entre cinco y diez veces menos que el cometa que en 1908 explotó en los cielos de Tunguska, en Siberia, a unos diez kilómetros sobre la superficie.
En Rusia, el estallido asoló millones de árboles.
Golpes frecuentes
En el caso del 20 de agosto, detectado por el japonés Masayuki Tachikawa, también aficionado, los científicos continúan analizando lo ocurrido, aunque creen que es comparable al objeto del 3 de junio.
Puede tener una masa de 500 a 2.000 toneladas métricas.
Según Glenn Orton, astrónomo del JPL, «está claro que objetos relativamente pequeños que son remanentes de la formación del sistema solar hace 4,5 miles de millones de años todavía golpean Júpiter con frecuencia».
Orton es autor de una investigación sobre este asunto cuyo principal responsable es un investigador español, Ricardo Hueso, de la Universidad del País Vasco.
«Es interesante observar que mientras la Tierra es golpeada por un objeto de diez metros de diámetro cada diez años como promedio, objetos del mismo tamaño golpean Júpiter varias veces al mes», asegura Don Yeomans, director del programa de Objetos Cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) en el JPL.
Los científicos creen que Júpiter recibe muchos más impactos de objetos de lo que se creía hasta ahora.
El planeta, con su enorme gravedad, funciona como un gran escudo que atrae a cometas y asteroides y protege, de cierta forma, a otros planetas interiores como la Tierra. Si no fuera por su presencia, «nos darían» más veces.
Fuente: ABC.es
La NASA reveló que dos asteroides pasaron cerca de la orbita terrestre y uno estuvo a menos de 50,000 millas de impactarnos.
El primer asteroide, etiquetado como 2010 RX30 y con un diámetro de 20 metros, pasó a una distancia de 154,000 millas.
El segundo, nombrado 2010 RF12, medía sólo 13 metros pero en cambio se acercó a sólo 49,000 millas de la Tierra.
La versión oficial de la NASA afirma que ninguno de los dos objetos representaba un peligro inminente a nivel planetario pero si recalcaron que el paso de estos asteroides es un prudente recordatorio de la existencia de otros objetos amenazantes cuyos recorridos podrían acercarse mucho a nuestro planeta.
Júpiter hace de paraguas para la Tierra
Científicos de la UPV/EHU afirman que "la enorme gravedad" de Júpiter atrae hacia sí "objetos errantes del sistema solar" y que, por lo tanto, los impactos contra este planeta son "más frecuentes de lo que se piensa".
Este análisis se recoge en la revista 'Astrophysical Journal Letters', una de las más prestigiosas del mundo y con mayor índice de impacto en astrofísica y astronomía.
En la misma, científicos de la UPV han publicado un artículo sobre el impacto registrado el pasado 3 de junio de un pequeño astro en el planeta Júpiter.
En el artículo, liderado por el profesor de la UPV/EHU Ricardo Hueso, también han participado Agustín Sánchez-Lavega y Santiago Pérez Hoyos, profesores como Hueso, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao y miembros del Grupo de Ciencias Planetarias, junto a científicos de prestigiosas universidades de Estados Unidos y Reino Unido.
Del estudio se concluye que la caída de objetos de unos pocos metros sobre Júpiter "es más frecuente de lo que se pensaba y muy superior a la que se produce en la Tierra".
Los científicos afirman que, en cierto sentido, Júpiter actúa como un 'paraguas protector', ya que, "con su enorme gravedad", atrae "fuertemente hacia sí" los objetos errantes del sistema solar que pasan por sus proximidades.
Fuente: EuropaPress
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