Este 25 de julio se celebra el día fuera del tiempo “maya”, estrella autoexistente, por los seguidores del Dreamspell, el 26 es el año nuevo: luna entonada roja.
Miles de personas en el mundo se unirán por el encantamiento de la sincronía para celebrar el día fuera del tiempo y el año nuevo maya.
Este año, según la versión (reinterpretada y canalizada) de José Argüelles de un calendario maya de 13 lunas, el día fuera del tiempo, este espacio meditativo, es estrella autoexistente amarilla (lamat: Venus) y el año nuevo, el 26 de julio, es luna entonada roja.
Según el sitio Tortuga.com, desarrollado por la comunidad del Dreamspell (Encantamiento del sueño), las características del kin estrella son el embellecimiento y la elegancia; el tono autoexistente identifica laa forma midiendo.
El sello de la luna (muluc) purifica y comanda el flujo del agua universal. Entonada confiere esplendor. Estamos en la luna magnética del murciélago.
Existe cierta confusión sobre la fecha del año nuevo maya y por qué esta se celebra el 26 de julio cada año por una comunidad incipiente.
Por una parte esta fecha coincide, aunque no exactamente, con la conjunción del ascenso de la estrella más brillante del firmamento, Sirius, y el sol.
Estos son los llamado "dog days", días caniculares, fecha que era celebrada también por los egipcios relacionada a las inundaciones del río Nilo y que marca un nuevo ciclo.
Los mayas llevaban dos calendarios principales, el Tzolkin, el calendario 13:20, el calendario ritual y el más importante, y el Haab, de 18 meses de 20 días con 5 días al final del último mes o uayebs. Al parecer de estos cinco días se extrapola el concepto del día fuera del tiempo.
El calendario de Argüelles se basa en la idea de que los mayas llevaban un calendario lunar de 13 meses de 28 días: 364, lo que otorga un día extra para completar el ciclo solar, que es entendido como un día de meditación ante el nuevo año; también una especie de día agujero negro o portal dimensional.
El calendario de las trece lunas o dreamspell de Arguelles ha servido como una versión pop, con nombres muy atractivos, del tzolkin maya, el calendario del 13:20, otorgando a cada quien un kin o signo solar con una firma galáctica (como caminante del cielo, espejo cósmico, mago galáctico, nombres que apelan al vuelo de la imaginación).
Sin embrago, algunos académicos mayas señalan que la versión de Argüelles no refleja el calendario maya tradicional, más bien podríamos decir que es una obra de arte. Como el mismo Argüelles, quien dice ser avatar de Pakal Votan, sostiene: el tiempo es arte.
Argüelles podría tener la sensibilidad esotérica para acceder (y entender) a información velada para arqueólogos y etnólogos, penetrar en los misterios de los mayas galácticos, acaso con una resonancia mófrica activada en su linaje espiritual O Argüelles podría estar simplemente creando un juego, un sofisticado juego de rol, que en ocasiones juega con las creencias y el fanatismo, y raya en el fraude.
"Él y sus numerosos seguidores afirman sin sustento histórico que los mayas utilizaron un Calendario Lunar compuesto por 13 meses de 28 días y cuando multiplican 13 x 28 les da como resultado 364 días de un calendario Lunar y como les falta un día para el ciclo Solar, decidieron llamarlo Día Fuera del Tiempo", dice el mayista mexicano Claudio Obregón Marín.
En este contexto es importante realizar un breve repaso de los calendarios mayas, cultura que utilizaba al menos tres modelos calendáricos.
Por un lado el Tzolkin, sistema utilizado con fines rituales y de adivinación, y el cual estaba compuesto por 13 meses o uinales de 20 kines cada uno (días) resultando en un equivalente a 260 días del calendario gregoriano.
También se encontraba la Cuenta Larga que inició alrededor del año 3113 A.C. y finalmente el calendario civil o Haab, que regía las ceremonias comunitarias así como el trabajo de la tierra y los ciclos de cultivo.
Este duraba 365 días, con 18 meses de 20 días, y cinco días "fuera del tiempo" conocidos como Uayeb. El Uayeb era destinado por la comunidad para refugiarse y reflexionar sobre los acontecimientos sucedidos durante el año que recién terminaba, momentos ideales para limpiarse colectiva e individualmente, para los rituales introspectivos, y para los intercambios amorosos.
Vale la pena hacer énfasis en dos aclaraciones puntuales. Por un lado el Dreamspell o Encantamiento del Sueño no es en sí un calendario maya, como muchos de sus seguidores creen, sino que se trata de una especie de juego psicomágico, que supuestamente representa una decodificación de la filosofía calendárica de los mayas o al menos toma en cuenta ciertos antecedente matemáticos utilizados por esta cultura.
Un juego que propone una guía de entendimiento frente a nosotros mismos, a nuestra relación con el prójimo, y también frente a los acontecimientos "externos" que por momentos pueden resultar desconcertantes.
En este sentido el Dreamspell es un mapa relativamente nuevo que fue creado alrededor de finales de los 80´s, tal vez con el fin de ayudarnos a entablar una relación más armónica con el universo y algunos de sus protagonistas: el tiempo, el espacio, y la conciencia.
La segunda aclaración consiste en una reflexión en torno al poder colectivo de la mente.
Es decir, si una fecha es arbitrariamente designada como un día especial, y existen millones de personas considerándola como tal, es innegable que este día sera impreso con una “fuerza especial” resultante del valor agregado que teje una conciencia colectiva sincronizada en torno a un mismo pensamiento o creencia.
De hecho cuántas de las fechas etiquetadas como históricas no son más que una marca arbitraria que a través de la convención masiva transmutan en ejes de una ideología popular, en designios para realizar rituales compartidos, o en estandartes que fomentan un sentido comunitario?
¿Existe alguna fecha importante de por sí, de acuerdo al sentido de un calendario como mapa cronológico, o mas bien es la creencia sincronizada en este carácter "especial" lo que dota de fuerza a un día cualquiera?
Tomando en cuenta la información que te hemos compartido en esta nota, queda en ti, en cada uno de nosotros, dedicir si celebrar o no este 25 de Julio como el "año nuevo maya" o como una fecha con alto valor simbólico, también recordando que cualquier pretexto es bueno para dar una visita al espejo de la conciencia, dedicarle unos momentos de reflexión a nuestra vida, a sus ciclos, y por qué no, saludar a la estrella Sirius desde nuestra mundana existencia.
Esta es la Bandera de la Paz que ondeará en todas estas celebraciones. Sus tres círculos centrales simbolizan ciencia, arte y espiritualidad y el círculo que las engloba es la unión de todas ellas, la cultura.
“Donde hay paz hay cultura, donde hay cultura hay paz”
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