Los niveles de agua muestran sus niveles más bajos en los ríos amazónicos en 109 años, la Amazonia está perdiendo bosques en un área que equivale a 3 veces y medio el tamaño de Texas.
Después de la fuerte sequía del año 2010 en la Amazonia, las consecuencias no se hicieron esperar, y un estudio financiado por la NASA, revela que extensas zonas de los bosques tropicales se están perdiendo.
"Los niveles de verdor de la vegetación amazónica disminuyó drásticamente en una superficie de más de tres y media veces el tamaño de Texas. No se recuperaron los niveles normales, después de la sequía que terminó a finales de octubre de 2010." explicó Liang Xu, autor principal del estudio de la Universidad de Boston, en el informe de NASA del 29 de marzo.
Los mapas muestran una reducción del verdor de aproximadamente 965.000 millas, equivalentes a un millon y medio de kilómetros cuadrados de vegetación amazónica, lo que resulta 4 veces más que lo producido en la última sequía del 2005.
La NASA agrega que “la sequía de 2010, según lo medido por el déficit de lluvia, afectó un área de 1,65 veces mayor que la sequía de 2005, casi 5 millones de km2 de área de vegetación en la Amazonía. La disminución de verdor durante la sequía de 2010 abarcó un área que fue cuatro veces mayor., 2,4 millones de km2 y más grave que en 2005”
El 51% de todos los bosques afectados por la sequía mostraron disminuciones verdor en 2010, lo que son 1,68 millones de km2 en comparación con sólo el 14 % en 2005, en donde eran 0,32 millones de km2.
El estudia destaca además que el descenso de 2010 persistió luego del final de la sequía de la estación seca y el retorno de las lluvias a los niveles normales, a diferencia de en 2005.
“En general, la pérdida generalizada de la capacidad fotosintética de la vegetación amazónica, debido a la sequía de 2010 puede representar una perturbación significativa en el ciclo global del carbono”, explica el estudio.
Se temen cambios profundos a raíz de los gases liberados por las maderas podridas, lo cual llevaría a un aumento de temperatura y a un reemplazo de los bosques por pastizales o sabanas leñosas, agrega la NASA.
A nivel del Río Negro, según Marcos Costa, de la Universidad Federal de Viçosa, Brasil y coautor del informe, “el año pasado fue el año más seco en el expediente sobre la base de 109 años de datos a nivel de Río Negro” y agregó que la sequía del 2005 que había sido catalogada , la sequía del siglo , fue solo la octava parte de la actual, en esa área.
La sequía de 2010, según lo medido por el déficit de lluvia, afectó un área de 1,65 veces mayor que la sequía de 2005 - casi 5 millones de km2 de área de vegetación en la Amazonía.
Los datos MODIS muestran que el impacto fue más grave de lo que se podría prever, si solo se toma en cuenta el factor de las lluvias, explica Arindam Samanta, co-autor del Atmospheric and Environmental Research Inc en Lexington , Massachusetts
Los niveles iniciaron a caer en agosto 2010 y llegaron a niveles sin precedentes en octubre 2010 , mientras que solo se ve un aumento desde la llegada de las lluvias de invierno.
Desde hace una década un grupo internacional de científicos vienen usando datos y estadísticas de la NASA, un Espectroradiometro de imágenes de resolución (MODIS) y una medición de lluvias tropicales (TRMM).
El estudio en el que los científicos usan las técnicas más sofisticadas de la NASA, se realizó con la colaboración del Centro Ames de la agencia de Investigación en Moffett Field, California.
El estudio que ha sido aceptado para su publicación en la revista Geophysical Research Letters, una revista de la American Geophysical Union, muestra la disminución del verdor en los bosques tropicales.
"Los niveles de verdor de la vegetación amazónica disminuyó drásticamente en una superficie de más de tres y media veces el tamaño de Texas. No se recuperaron los niveles normales, después de la sequía que terminó a finales de octubre de 2010." explicó Liang Xu, autor principal del estudio de la Universidad de Boston, en el informe de NASA del 29 de marzo.
Los mapas muestran una reducción del verdor de aproximadamente 965.000 millas, equivalentes a un millon y medio de kilómetros cuadrados de vegetación amazónica, lo que resulta 4 veces más que lo producido en la última sequía del 2005.
La NASA agrega que “la sequía de 2010, según lo medido por el déficit de lluvia, afectó un área de 1,65 veces mayor que la sequía de 2005, casi 5 millones de km2 de área de vegetación en la Amazonía. La disminución de verdor durante la sequía de 2010 abarcó un área que fue cuatro veces mayor., 2,4 millones de km2 y más grave que en 2005”
El 51% de todos los bosques afectados por la sequía mostraron disminuciones verdor en 2010, lo que son 1,68 millones de km2 en comparación con sólo el 14 % en 2005, en donde eran 0,32 millones de km2.
El estudia destaca además que el descenso de 2010 persistió luego del final de la sequía de la estación seca y el retorno de las lluvias a los niveles normales, a diferencia de en 2005.
“En general, la pérdida generalizada de la capacidad fotosintética de la vegetación amazónica, debido a la sequía de 2010 puede representar una perturbación significativa en el ciclo global del carbono”, explica el estudio.
Se temen cambios profundos a raíz de los gases liberados por las maderas podridas, lo cual llevaría a un aumento de temperatura y a un reemplazo de los bosques por pastizales o sabanas leñosas, agrega la NASA.
A nivel del Río Negro, según Marcos Costa, de la Universidad Federal de Viçosa, Brasil y coautor del informe, “el año pasado fue el año más seco en el expediente sobre la base de 109 años de datos a nivel de Río Negro” y agregó que la sequía del 2005 que había sido catalogada , la sequía del siglo , fue solo la octava parte de la actual, en esa área.
La sequía de 2010, según lo medido por el déficit de lluvia, afectó un área de 1,65 veces mayor que la sequía de 2005 - casi 5 millones de km2 de área de vegetación en la Amazonía.
Los datos MODIS muestran que el impacto fue más grave de lo que se podría prever, si solo se toma en cuenta el factor de las lluvias, explica Arindam Samanta, co-autor del Atmospheric and Environmental Research Inc en Lexington , Massachusetts
Los niveles iniciaron a caer en agosto 2010 y llegaron a niveles sin precedentes en octubre 2010 , mientras que solo se ve un aumento desde la llegada de las lluvias de invierno.
Desde hace una década un grupo internacional de científicos vienen usando datos y estadísticas de la NASA, un Espectroradiometro de imágenes de resolución (MODIS) y una medición de lluvias tropicales (TRMM).
El estudio en el que los científicos usan las técnicas más sofisticadas de la NASA, se realizó con la colaboración del Centro Ames de la agencia de Investigación en Moffett Field, California.
El estudio que ha sido aceptado para su publicación en la revista Geophysical Research Letters, una revista de la American Geophysical Union, muestra la disminución del verdor en los bosques tropicales.
Fuente: La Gran Época
ESTUDIO DEL AMAZONAS REVELA SEQUÍA Y ALARMANTE PRODUCCIÓN DE CO2
Los bosques amazónicos en el 2011 no absorberán los 1.500 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono, todo lo contrario liberarán 5 mil millones de toneladas adicionales.
Centíficos del Reino Unido y de la Amazonia en Brasil, anunciaron que la sequía del 2010 pudo haber sido mucho mayor que la "sequía del siglo" del año 2005 y que ésto puede tener un alarmante impacto en el calentamiento global, incluso mayor que el que provoca la producción de Dióxido de Carbono (CO2) en Estados Unidos en un año, informa la Universidad de Leeds.
Los científicos, de la Universidades de Leeds y Sheffield de Gran Bretaña y del Instituto de Investigación Ambiental da Amazonia (IPAM), en Brasil, señalaron en su informe que los bosques amazónicos en el 2011 no absorberán los 1.500 millones de toneladas anuales de CO2, sino mas bien liberarán en los próximos años 5 mil millones de toneladas de este gas, producto de la putrefacción de los árboles muertos, señala el estudio según dicha UNiversidad.
Con la sequía los árboles mueren y estos a su vez generan y liberan más Dióxido de Carbono (CO2), lo que transforma al bosque tropical más grande del mundo en una fuente de gases efecto invernadero, aceleramdo el calentamiento global, señala el informe.
"Nuestros datos deben considerarse como una estimación inicial, ya que no se incluyen las emisiones por incendios forestales" señaló en el informe el Doctor Brando del Instituto Ambiental del Amazonia, y además agregó que estos estudios se basan en los efectos, que generó la sequía del 2005.
Por su parte el que las dos sequías, 2010 y 2005 sean con plazos de tiempo tan pequeño preocupa al Doctor Simon Lewis de la Universidad Leeds, y explica al respecto que "de hacerse más frecuentes los bosques llegarían a un punto en que pasan a ser sumideros de Carbono".
El especialista británico agrega que "Si las emisiones de gases de efecto invernadero contribuyen a la sequía en los bosques del Amazonas, que causa a su vez la liberación de carbono, este bucle de retroalimentación sería muy preocupante. Dicho más claramente, las vías de las emisiones actuales estarían jugando a la ruleta rusa con la mayor selva tropical del mundo", según el comunicado de la Universidad de Leeds.
El informe que será publicado el 4 de febrero en la revista Science, señala que la sequía del 2010 además de ser más intensa que la del 2005 tubo 3 focos con un total de 3 millones de kilómetros cuadrados de extensión, contra 1 foco de 1,9 millones de kilómetros cuadrados del año 2005, según el Portal Amazonas.
El año pasado la Gran Época publicó el alarmante descenso de las aguas del Río Negro del Amazonas y de sus consecuencias en la vida de la región.
Los científicos, de la Universidades de Leeds y Sheffield de Gran Bretaña y del Instituto de Investigación Ambiental da Amazonia (IPAM), en Brasil, señalaron en su informe que los bosques amazónicos en el 2011 no absorberán los 1.500 millones de toneladas anuales de CO2, sino mas bien liberarán en los próximos años 5 mil millones de toneladas de este gas, producto de la putrefacción de los árboles muertos, señala el estudio según dicha UNiversidad.
Con la sequía los árboles mueren y estos a su vez generan y liberan más Dióxido de Carbono (CO2), lo que transforma al bosque tropical más grande del mundo en una fuente de gases efecto invernadero, aceleramdo el calentamiento global, señala el informe.
"Nuestros datos deben considerarse como una estimación inicial, ya que no se incluyen las emisiones por incendios forestales" señaló en el informe el Doctor Brando del Instituto Ambiental del Amazonia, y además agregó que estos estudios se basan en los efectos, que generó la sequía del 2005.
Por su parte el que las dos sequías, 2010 y 2005 sean con plazos de tiempo tan pequeño preocupa al Doctor Simon Lewis de la Universidad Leeds, y explica al respecto que "de hacerse más frecuentes los bosques llegarían a un punto en que pasan a ser sumideros de Carbono".
El especialista británico agrega que "Si las emisiones de gases de efecto invernadero contribuyen a la sequía en los bosques del Amazonas, que causa a su vez la liberación de carbono, este bucle de retroalimentación sería muy preocupante. Dicho más claramente, las vías de las emisiones actuales estarían jugando a la ruleta rusa con la mayor selva tropical del mundo", según el comunicado de la Universidad de Leeds.
El informe que será publicado el 4 de febrero en la revista Science, señala que la sequía del 2010 además de ser más intensa que la del 2005 tubo 3 focos con un total de 3 millones de kilómetros cuadrados de extensión, contra 1 foco de 1,9 millones de kilómetros cuadrados del año 2005, según el Portal Amazonas.
El año pasado la Gran Época publicó el alarmante descenso de las aguas del Río Negro del Amazonas y de sus consecuencias en la vida de la región.
Fuente: La Gran Época
LA SEQUÍA AMENAZA AL AMAZONAS
Los cambios en los patrones climáticos podrían hacer desaparecer vastas áreas de la selva para convertirlas en sabanas.
La NASA ha publicado un informe nada alagüeño para la selva amazónica. Actualmente la zona se recupera de una gravísima sequía que permitía en determinados tramos cruzarlo a pie o simplemente cruzar a nado de extremo a extremo en algunas orillas apenas visibles en otras épocas.
Los científicos analizan este período seco, que alcanzó su récord en 2010 y del que parece empezar a recuperarse. No obstante, el Amazonas es una de regiones más sensibles del planeta al cambio climático. Tanto es así que en la sequía sufrida se perdió una superficie verde que equivale a tres veces y media el tamaño del estado de Texas, en EEUU.
Las imágenes de la NASA, captadas desde el espacio, mostraban la manera en la que había cambiado la morfología del río, perdiendo gran parte de afluentes y del color verde que habitualmente suele visualizarse desde el espacio exterior. Los científicos, que estudian estos modelos informáticos, están preocupados porque los bosques amazónicos son extremadamente sensibles a los cambios de humedad. Si persisten estas alteraciones lo que hoy son áreas de selva frondosa, mañana quedaría reducido a una extensión de sabana y pastizal. Nada que ver con la Amazonia que se conoce hoy en día. Además, al resultar una región tan sumamente vasta, el carbono que liberaría a la atmósfera la madera podrida de tantísima vegetación sólo contribuiría a aumentar el calentamiento climático.
El estudio, en el que ha trabajado un equipo internacional de científicos, prevé que la sequía de 2010 se repita nuevamente poniendo en riesgo la estabilidad de uno de los mayores ecosistemas del mundo.
El análisis de los datos espaciales, obtenidos por MODIS,TRMM y NASA, confirman la reducción de un millón y medio de kilómetros cuadrados, más de cuatro veces el área afectada por la sequía del año 2005.
En algunos casos, incluso, los registros del descenso del caudal ha sido histórico: el Río Negro, que va a morir al Amazonas se halló en su punto más bajo en 109 años de mediciones frente a la sequía de 2005 cuando quedó en el octvo registro más bajo. Además en tan sólo dos meses de agosto a octubre de 2010 los niveles de caída no tenían precedentes, en general, en el Amazonas.
Los científicos analizan este período seco, que alcanzó su récord en 2010 y del que parece empezar a recuperarse. No obstante, el Amazonas es una de regiones más sensibles del planeta al cambio climático. Tanto es así que en la sequía sufrida se perdió una superficie verde que equivale a tres veces y media el tamaño del estado de Texas, en EEUU.
Las imágenes de la NASA, captadas desde el espacio, mostraban la manera en la que había cambiado la morfología del río, perdiendo gran parte de afluentes y del color verde que habitualmente suele visualizarse desde el espacio exterior. Los científicos, que estudian estos modelos informáticos, están preocupados porque los bosques amazónicos son extremadamente sensibles a los cambios de humedad. Si persisten estas alteraciones lo que hoy son áreas de selva frondosa, mañana quedaría reducido a una extensión de sabana y pastizal. Nada que ver con la Amazonia que se conoce hoy en día. Además, al resultar una región tan sumamente vasta, el carbono que liberaría a la atmósfera la madera podrida de tantísima vegetación sólo contribuiría a aumentar el calentamiento climático.
El estudio, en el que ha trabajado un equipo internacional de científicos, prevé que la sequía de 2010 se repita nuevamente poniendo en riesgo la estabilidad de uno de los mayores ecosistemas del mundo.
El análisis de los datos espaciales, obtenidos por MODIS,TRMM y NASA, confirman la reducción de un millón y medio de kilómetros cuadrados, más de cuatro veces el área afectada por la sequía del año 2005.
En algunos casos, incluso, los registros del descenso del caudal ha sido histórico: el Río Negro, que va a morir al Amazonas se halló en su punto más bajo en 109 años de mediciones frente a la sequía de 2005 cuando quedó en el octvo registro más bajo. Además en tan sólo dos meses de agosto a octubre de 2010 los niveles de caída no tenían precedentes, en general, en el Amazonas.
Fuente: Rioja2
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