Un estudio de la Universidad de Vanderbilt, demuestra por vez primera que la astrología tiene fundamentación científica.
La posición de los planetas en el momento del nacimiento es determinante de la personalidad.
Es la conclusión que se obtiene del estudio científico realizado por la Universidad de Vanderbilt que de forma no intencional, llegó a esa conclusión tras analizar diversas hipótesis con el fin de desmentirlas.
Inicialmente el objetivo era desde el escepticismo, probar que no era cierto, pero resultó verdadero.
Además, llegaron mas lejos: “Llegaron a medir los cambios funcionales en el cerebro, como consecuencia de las posiciones planetarias en el momento del nacimiento.”
El estudio ha sido publicado por la revista Nature Neuroscience.
Este estudio, fue realizado con ratones e inicialmente mostró, que aquellos que habían nacido en invierno mostraban una continua tendencia consistente en un ralentizamiento de su actividad durante el día.
De esa forma serían más sensibles al denominado Desorden afectivo estacional. Textualmente citamos:
“The study was carried out by Professor of Biological Sciences Douglas McMahon, graduate student Chris Ciarleglio, post-doctoral fellow Karen Gamble and two additional undergraduate students, none of whom believe in astrology, apparently. They do, of course, believe in science, which is why all their study findings have been draped in the language of science even though the findings are essentially supporting principles of astrology.”
Es la conclusión que se obtiene del estudio científico realizado por la Universidad de Vanderbilt que de forma no intencional, llegó a esa conclusión tras analizar diversas hipótesis con el fin de desmentirlas.
Inicialmente el objetivo era desde el escepticismo, probar que no era cierto, pero resultó verdadero.
Además, llegaron mas lejos: “Llegaron a medir los cambios funcionales en el cerebro, como consecuencia de las posiciones planetarias en el momento del nacimiento.”
El estudio ha sido publicado por la revista Nature Neuroscience.
Este estudio, fue realizado con ratones e inicialmente mostró, que aquellos que habían nacido en invierno mostraban una continua tendencia consistente en un ralentizamiento de su actividad durante el día.
De esa forma serían más sensibles al denominado Desorden afectivo estacional. Textualmente citamos:
“The study was carried out by Professor of Biological Sciences Douglas McMahon, graduate student Chris Ciarleglio, post-doctoral fellow Karen Gamble and two additional undergraduate students, none of whom believe in astrology, apparently. They do, of course, believe in science, which is why all their study findings have been draped in the language of science even though the findings are essentially supporting principles of astrology.”
Fuente: Misterios de la Astrofísica
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