Un recorrido rápido por las últimas noticias astronómicas.
I - EL SOL SUFRE UN 'ATAQUE' DE COMETAS
En la segunda mitad de diciembre de 2010 el Sol sufrió un verdadero ‘ataque’ de cometas: en tan solo 10 días más de 20 cuerpos celestes “se zambulleron” en el astro, informó la web de la NASA.
La ‘tormenta de cometas’ empezó el 13 de diciembre y finalizó el 22 de diciembre de 2010. Durante este periodo, el observatorio espacial SOHO (Solar and Heliospheric Observatory en inglés) de la NASA detectó 25 cometas 'rozando' el Sol.
Normalmente el SOHO registra un cometa de este tipo, que se sumerge en el Sol o se evapora en sus proximidades, una vez cada varios días. Recientemente se informaba que a partir del lanzamiento del SOHO en 1996 el aparato ha detectado más de 2.000 cometas rasantes. Sin embargo, “25 cometas en cuestión de 10 días es algo sin precedentes”, señaló Karl Battams, colaborador del Laboratorio de Investigaciones Navales (NRL), en Washington.
Los cometas observados son fragmentos de “hielo sucio” cuyo diámetro no excede de 10 metros. El primero en detectar una ‘tormenta de cometas’ en las imágenes facilitadas por el SOHO fue el astrónomo aficionado polaco Michal Kusiak.
Kusiak, al igual que Battams, sostiene que el fenómeno observado puede presagiar la aparición de un cometa rasante mucho más grande y brillante, similar al cometa Ikeya-Seki que se presentó repentinamente en 1965 y se acercó al Sol a una distancia de sólo 450 kilómetros.
Este objeto gigantesco, con cinco kilómetros de diámetro, sobrevivió a la aproximación al Sol y se convirtió en uno de los cometas más brillantes del milenio, siendo visible incluso de día.
Según los conocimientos astronómicos actuales, la mayoría de los cometas rasantes al Sol pertenecen a la denominada familia Kreutz, en homenaje al científico alemán Heinrich Kreutz, quien demostró su interrelación a finales del siglo XIX. Y el astrónomo estadounidense Brian Marsden calculó que probablemente su progenitor fue el Gran cometa tipo Kreutz observado en 1106.
Según el astrónomo Matthew Knight del observatorio Lowall, situado en Flagstaff, estado de Arizona, en 1997 SOHO detectó 69 cometas, pero en 2010 su cantidad ya alcanzó los 200. Sin embargo, el científico afirma que todavía no disponemos de la información necesaria para predecir cuándo “tendremos el privilegio de ver uno de los verdaderos 'monstruos”, en referencia a esos grandes cometas.
Normalmente el SOHO registra un cometa de este tipo, que se sumerge en el Sol o se evapora en sus proximidades, una vez cada varios días. Recientemente se informaba que a partir del lanzamiento del SOHO en 1996 el aparato ha detectado más de 2.000 cometas rasantes. Sin embargo, “25 cometas en cuestión de 10 días es algo sin precedentes”, señaló Karl Battams, colaborador del Laboratorio de Investigaciones Navales (NRL), en Washington.
Los cometas observados son fragmentos de “hielo sucio” cuyo diámetro no excede de 10 metros. El primero en detectar una ‘tormenta de cometas’ en las imágenes facilitadas por el SOHO fue el astrónomo aficionado polaco Michal Kusiak.
Kusiak, al igual que Battams, sostiene que el fenómeno observado puede presagiar la aparición de un cometa rasante mucho más grande y brillante, similar al cometa Ikeya-Seki que se presentó repentinamente en 1965 y se acercó al Sol a una distancia de sólo 450 kilómetros.
Este objeto gigantesco, con cinco kilómetros de diámetro, sobrevivió a la aproximación al Sol y se convirtió en uno de los cometas más brillantes del milenio, siendo visible incluso de día.
Según los conocimientos astronómicos actuales, la mayoría de los cometas rasantes al Sol pertenecen a la denominada familia Kreutz, en homenaje al científico alemán Heinrich Kreutz, quien demostró su interrelación a finales del siglo XIX. Y el astrónomo estadounidense Brian Marsden calculó que probablemente su progenitor fue el Gran cometa tipo Kreutz observado en 1106.
Según el astrónomo Matthew Knight del observatorio Lowall, situado en Flagstaff, estado de Arizona, en 1997 SOHO detectó 69 cometas, pero en 2010 su cantidad ya alcanzó los 200. Sin embargo, el científico afirma que todavía no disponemos de la información necesaria para predecir cuándo “tendremos el privilegio de ver uno de los verdaderos 'monstruos”, en referencia a esos grandes cometas.
Fuente: RT
II - LAS TORMENTAS DE LA TIERRA LANZAN ANTIMATERIA AL ESPACIO
El fenómeno se repite unas 500 veces cada día en el planeta, pero nunca antes había sido observado.
El telescopio espacial Fermi de la NASA ha descubierto que las tormentas de la Tierra lanzan al espacio haces de antimateria.
Estas partículas, que funcionan como la imagen ante el espejo de la materia -por ejemplo, un antielectrón, también conocido como positrón, no es más que un electrón con carga positiva- y que los científicos creen que ayudaron a formar el Universo tal y como lo conocemos, se originan en un destello de rayos gamma, una breve explosión que parece estar relacionada con los relámpagos.
Los científicos estiman que se producen unos 500 estallidos como estos cada día, pero la mayoría no son detectados. El hallazgo ha sido presentado durante la reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Seattle y será publicado en la revista Geophysical Research Letters.
«Estas señales son la primera evidencia directa de que las tormentas crean haces de partículas de antimateria», explica Michael Briggs, miembro del equipo del Monitor de Estallidos de Rayos Gamma de Fermi en la Universidad de Alabama en Huntsville.
El telescopio está diseñado para seguir los rayos gamma, la forma de luz de mayor energía. Cuando la antimateria colisiona con una partícula de materia normal, ambas partículas inmediatamente se aniquilan y se transforman en rayos gamma.
El detector del Fermi ha encontrado rayos de este tipo con energías de 511.000 electronvoltios, una señal que indica que un electrón ha encontrado a su homólogo en la antimateria, el positrón.
Misterio cerca de casa
El Fermi vigila constantemente todo el cielo. «En órbita durante menos de tres años ha demostrado ser una asombrosa herramienta para estudiar el Universo», apunta Ilana Harrus, investigadora del programa Fermi en las oficinas centrales de la NASA en Washington. «Ahora sabemos que también puede ser clave en misterios que están mucho más cerca de casa».
En la mayoría de los destellos de rayos gamma observados, la nave permanecía situada justo por encima de la tormenta, pero en cuatro casos se encontraba bastante lejos, a muchos kilómetros de distancia de los rayos.
Por ejemplo, durante uno de estos casos, ocurrido el 14 de diciembre de 2009, Fermi se situaba en órbita sobre Egipto. Sin embargo, la tormenta activa azotaba Zambia, a unos 4.500 kilómetros al sur. «Aunque Fermi no podía ver la tormenta, la nave estaba magnéticamente conectada a la misma», explica Joseph Dwyer, del Instituto Tecnológico en Melbourne, Florida.
La detección de positrones demuestra que muchas partículas de alta energía son expulsadas desde la atmósfera. De hecho, los científicos creen que todos los rayos gamma emiten haces de electrones y positrones.
Sin embargo, «aún tenemos que descubrir qué es lo que hace que estas tormentas sean especiales y qué papel desempeñan los rayos en el proceso», reconoce Steven Cummer, de la Universidad de Duke.
Estas partículas, que funcionan como la imagen ante el espejo de la materia -por ejemplo, un antielectrón, también conocido como positrón, no es más que un electrón con carga positiva- y que los científicos creen que ayudaron a formar el Universo tal y como lo conocemos, se originan en un destello de rayos gamma, una breve explosión que parece estar relacionada con los relámpagos.
Los científicos estiman que se producen unos 500 estallidos como estos cada día, pero la mayoría no son detectados. El hallazgo ha sido presentado durante la reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Seattle y será publicado en la revista Geophysical Research Letters.
«Estas señales son la primera evidencia directa de que las tormentas crean haces de partículas de antimateria», explica Michael Briggs, miembro del equipo del Monitor de Estallidos de Rayos Gamma de Fermi en la Universidad de Alabama en Huntsville.
El telescopio está diseñado para seguir los rayos gamma, la forma de luz de mayor energía. Cuando la antimateria colisiona con una partícula de materia normal, ambas partículas inmediatamente se aniquilan y se transforman en rayos gamma.
El detector del Fermi ha encontrado rayos de este tipo con energías de 511.000 electronvoltios, una señal que indica que un electrón ha encontrado a su homólogo en la antimateria, el positrón.
Misterio cerca de casa
El Fermi vigila constantemente todo el cielo. «En órbita durante menos de tres años ha demostrado ser una asombrosa herramienta para estudiar el Universo», apunta Ilana Harrus, investigadora del programa Fermi en las oficinas centrales de la NASA en Washington. «Ahora sabemos que también puede ser clave en misterios que están mucho más cerca de casa».
En la mayoría de los destellos de rayos gamma observados, la nave permanecía situada justo por encima de la tormenta, pero en cuatro casos se encontraba bastante lejos, a muchos kilómetros de distancia de los rayos.
Por ejemplo, durante uno de estos casos, ocurrido el 14 de diciembre de 2009, Fermi se situaba en órbita sobre Egipto. Sin embargo, la tormenta activa azotaba Zambia, a unos 4.500 kilómetros al sur. «Aunque Fermi no podía ver la tormenta, la nave estaba magnéticamente conectada a la misma», explica Joseph Dwyer, del Instituto Tecnológico en Melbourne, Florida.
La detección de positrones demuestra que muchas partículas de alta energía son expulsadas desde la atmósfera. De hecho, los científicos creen que todos los rayos gamma emiten haces de electrones y positrones.
Sin embargo, «aún tenemos que descubrir qué es lo que hace que estas tormentas sean especiales y qué papel desempeñan los rayos en el proceso», reconoce Steven Cummer, de la Universidad de Duke.
Fuente: ABC.es
III - NASA ANUNCIA “SIGNIFICATIVO PASO” EN EL DESCUBRIMIENTO DE PLANETAS HABITABLES
El descubrimiento del Kepler-10b, el menor planeta jamás detectado fuera de nuestro sistema solar, es considerado por NASA como un paso fundamental para encontrar otros planetas habitables.
El telescopio Kepler de la NASA detectó un planeta hasta ahora desconocido que manifiesta una naturaleza rocosa y cuyo tamaño es similar al de la Tierra.
Nombrado hasta ahora como Kepler-10b, el descubrimiento de este “nuevo” planeta ha sido considerado como un paso muy importante en la futura ubicación de planetas habitables más allá del nuestro.
Entre las particularidades del Kepler-10b esta el hecho de que es el planeta más pequeño jamás detectado afuera de nuestro sistema solar.
Y a pesar de que la temperatura en su interior alcanza los 1,370 C, condiciones suficientes para derretir una barra de hierro, lo cierto es que hay otras características que sugieren a los científicos la posibilidad de encontrar muy pronto un planeta habitable alternativo a la Tierra. Su tamaño es de apenas 1.4 veces el del nuestro y también orbita una vez al día alrededor de su respectivo sol.
“El descubrimiento del Kepler-10b en un suceso significativo en la búsqueda de planetas similares al nuestro” afirma Douglas Hudgins, miembro del equipo de científicos del programa de la NASA conocido como Kepler, mismo que opera el telescopio que lleva idéntico nombre.
“No obstante que este planeta no esta en una región habitable, el excitante descubrimiento es uno de esos que han resultado de esta misión y que promete el hallazgo de muchos más” concluyó.
Nombrado hasta ahora como Kepler-10b, el descubrimiento de este “nuevo” planeta ha sido considerado como un paso muy importante en la futura ubicación de planetas habitables más allá del nuestro.
Entre las particularidades del Kepler-10b esta el hecho de que es el planeta más pequeño jamás detectado afuera de nuestro sistema solar.
Y a pesar de que la temperatura en su interior alcanza los 1,370 C, condiciones suficientes para derretir una barra de hierro, lo cierto es que hay otras características que sugieren a los científicos la posibilidad de encontrar muy pronto un planeta habitable alternativo a la Tierra. Su tamaño es de apenas 1.4 veces el del nuestro y también orbita una vez al día alrededor de su respectivo sol.
“El descubrimiento del Kepler-10b en un suceso significativo en la búsqueda de planetas similares al nuestro” afirma Douglas Hudgins, miembro del equipo de científicos del programa de la NASA conocido como Kepler, mismo que opera el telescopio que lleva idéntico nombre.
“No obstante que este planeta no esta en una región habitable, el excitante descubrimiento es uno de esos que han resultado de esta misión y que promete el hallazgo de muchos más” concluyó.
Fuente: Pijamasurf
IV - EL HUBBLE ESCUDRIÑA UNA MISTERIOSA MANCHA DE GAS JUNTO A UNA GALAXIA EN ESPIRAL
Uno de los objetos más extraños visto en el espacio visto está siendo examinado por la penetrante visión del telescopio espacial Hubble de la NASA. Una mancha misteriosa y brillante de gas verde está flotando en el espacio cerca de una galaxia espiral.
Hubble descubrió delicados filamentos de gas y una bolsa de cúmulos de estrellas jóvenes en el gigante objeto, que es el tamaño de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Las revelaciones del Hubble son los últimos hallazgos en una investigación en curso del bautizado como Voorwerp de Hanny (Objeto de Hanny en holandés), en reconocimiento a Hanny van Arkel, el profesor holandés que descubrió la estructura fantasmal en 2007 durante su participación en el proyecto online Galaxy Zoo.
Galaxy Zoo recluta aficionados para ayudar a clasificar más de un millón de galaxias catalogadas en el Sloan Digital Sky Survey. El proyecto se ha ampliado para incluir el catálogo del Hubble, en el que se demanda ayuda de aficionados para escudriñar decenas de miles de galaxias en las imágenes profundas del telescopio espacial.
En la aproximación más afinada al 'Voorwerp de Hanny', las cámaras del Hubble han descubierto el nacimiento de estrellas en una región del objeto verde que da a la galaxia espiral IC 2497, situada a unos 650 millones de años luz de la Tierra.
Las observaciones de radio han demostrado una salida de gases derivados del núcleo de la galaxia.
Las nuevas imágenes del Hubble revelan que el gas de la galaxia está interactuando con una pequeña región del Voorwerp de Hanny, que se está derrumbando y formando estrellas. Las estrellas más jóvenes solo tienen un par de millones de años.
"Los cúmulos estelares están localizados, confinados a un área que es de unos pocos miles de años luz de diámetro", explica el astrónomo William Keel de la Universidad de Alabama en Tuscaloosa, que dirigió el estudio.
"La región puede haber estado produciendo estrellas durante varios millones de años. Son tan débiles que previamente se perdieron en la luz brillante del gas que lo rodea."
Observaciones recientes de rayos X han revelado por qué el Voorwerp de Hanny llamó la atención de los astrónomos. El núcleo de la galaxia produjo un cuásar, un faro de luz de gran alcance propulsado por un agujero negro.
El quásar disparó un amplio haz de luz en dirección al Voorwerp de Hanny, iluminando la nube de gas y convirtiéndola en una rareza espacial. Su color verde claro se produce a partir del oxígeno resplandeciente.
"Acabamos de perder la captura del quásar, porque se apagó hace no más de 200.000 años, así que lo que estamos viendo es el resplandor del cuásar", dice Keel. "Esto implica que puede apagarse y encenderse, lo que es típico de los quásares, pero nunca habíamos visto que un cambio dramático suceda tan rápidamente", añadió.
Las revelaciones del Hubble son los últimos hallazgos en una investigación en curso del bautizado como Voorwerp de Hanny (Objeto de Hanny en holandés), en reconocimiento a Hanny van Arkel, el profesor holandés que descubrió la estructura fantasmal en 2007 durante su participación en el proyecto online Galaxy Zoo.
Galaxy Zoo recluta aficionados para ayudar a clasificar más de un millón de galaxias catalogadas en el Sloan Digital Sky Survey. El proyecto se ha ampliado para incluir el catálogo del Hubble, en el que se demanda ayuda de aficionados para escudriñar decenas de miles de galaxias en las imágenes profundas del telescopio espacial.
En la aproximación más afinada al 'Voorwerp de Hanny', las cámaras del Hubble han descubierto el nacimiento de estrellas en una región del objeto verde que da a la galaxia espiral IC 2497, situada a unos 650 millones de años luz de la Tierra.
Las observaciones de radio han demostrado una salida de gases derivados del núcleo de la galaxia.
Las nuevas imágenes del Hubble revelan que el gas de la galaxia está interactuando con una pequeña región del Voorwerp de Hanny, que se está derrumbando y formando estrellas. Las estrellas más jóvenes solo tienen un par de millones de años.
"Los cúmulos estelares están localizados, confinados a un área que es de unos pocos miles de años luz de diámetro", explica el astrónomo William Keel de la Universidad de Alabama en Tuscaloosa, que dirigió el estudio.
"La región puede haber estado produciendo estrellas durante varios millones de años. Son tan débiles que previamente se perdieron en la luz brillante del gas que lo rodea."
Observaciones recientes de rayos X han revelado por qué el Voorwerp de Hanny llamó la atención de los astrónomos. El núcleo de la galaxia produjo un cuásar, un faro de luz de gran alcance propulsado por un agujero negro.
El quásar disparó un amplio haz de luz en dirección al Voorwerp de Hanny, iluminando la nube de gas y convirtiéndola en una rareza espacial. Su color verde claro se produce a partir del oxígeno resplandeciente.
"Acabamos de perder la captura del quásar, porque se apagó hace no más de 200.000 años, así que lo que estamos viendo es el resplandor del cuásar", dice Keel. "Esto implica que puede apagarse y encenderse, lo que es típico de los quásares, pero nunca habíamos visto que un cambio dramático suceda tan rápidamente", añadió.
Fuente: EuropaPress
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